Nadie habla de la pobreza estructural política que tiene sus rostros

Nadie habla de la pobreza estructural política que tiene sus rostros

Por: Jorge Elías Gómez. Daniel Rodríguez, Ariel Ciano, Santiago Bonifatti y Claudia Rodríguez, salen en caravana para botonear al intendente municipal por la cantidad de pobres que registra General Pueyrredón. El desvío intencional del eje de la discusión, forma parte de la pobreza política estructural que también los comprende.

Ahora hay que pagar las dos fiestas, ya se consumió hasta con excesos. Aparecen las recetas que agravan los problemas. La pobreza es sólo una de sus manifestaciones, seguramente la peor.

Contar los pobres se ha convertido en deporte nacional. Se los mensura, se los compara, se los analiza, se los ubica en pirámide en distintas escalas. Lo cual es admisible, razonable y lógico. Aunque también sería ineludible, conocer las fuentes, la procedencia de las demandas y las condenas de las demandas.

Es desgarrador ver las escenas de la pobreza, convivir con ella y observar cómo sufren la misma ancianos y niños, fundamentalmente. Pero es inexcusable saber desde dónde partimos y quiénes hoy son los enfáticos críticos, los fanáticos del tratamiento de este agobio que ha llegado para quedarse, en la medida que no haya crecimiento en el país.

 Ahí se acaban los enunciados vacíos y quedan al desnudo, los comentaristas de lo obvio y las meras declamaciones, que contienen el agravante de la intencionalidad política baja, especuladora y oportunistas. Son una clase social, como la media baja, la media alta y la clase alta, como se rotula a la composición de la sociedad.

El peronismo y el kirchnerismo, que no son lo mismo, pero que se mimetizan según el ciclo político que viva el país, junto a sus socios llegan al paroxismo cuando hablan de los pobres luego de haberlos ocultados y no haberlos mencionado para evitar su estigmatización. Hay que ser perverso e inescrupuloso para hacer política partidaria con la pobreza.

Y en este proceso de descenso de toda la escala social del país hay responsables. No son inocentes aquellos que ahora andan con las manos cargadas de piedras, usando una vez más a los pobres para conseguir votos, profundizar el clientelismo y volverlos más rehenes que nunca de un sistema político que los utilizó sin prurito alguno.

El Movimiento Nacional Justicialista, los sindicatos con dirigentes enriquecidos con fortunas personales que cubren varias generaciones de sus familias, los movimientos sociales que viven exigiendo mayor cantidad de planes y aumento en los mismos, son el producto de esta legión que flagela a todo el país y que aún puede ser mayor, lo cual es la peor noticia.

El colapso de esta metodología debió agotarse en el 2015. En CAMBIEMOS quedaron enredados en las expectativas de quienes le rindieron culto al optimismo, o más bien, a los desconocidos brotes verdes, para ser más gráficos, directos y evitar confusiones. Hicieron un libro “El estado del Estado”, no hay registro de que alguien lo haya leído.

Esta montaña de pobres, que se mueve en forma ascendente y aumenta su espiral, es lesiva a toda la Nación. Toca a todos sus estamentos por su extrema gravedad, todos sufrimos sus consecuencias. La dimensión que va tomando exige una política de Estado, cuyas bases no deben tener fisuras políticas, y mucho menos golpes bajos.

Argentina asistió a un saqueo a mansalva que abarcó sus bienes y recursos públicos, sus instituciones, su infraestructura de servicios y su matriz energética y productiva. No existe NINGUNA duda al respecto. Los apropiadores están en Marcos Paz, Ezeiza, la versión Cuba, desfilando en Tribunales de Comodoro Py, presos, con prisiones preventivas, bajo la figura de arrepentidos y toda la gama de recursos que prevé la ley para ser investigados y penalizados en el mismo marco.

El asalto al INDEC para fraguar y ocultar estadísticas oficiales para el uso político, resultó ser un verdadero crimen institucional. Un asesinato a la fe pública que se entendió cuando el engaño no pudo estirarse. Hoy Scioli que era la continuidad no puede salir a la calle. Ese dato tan simple sin embargo es revelador y sólo es atenuado por la errática política oficial cuyos resultados son inversamente proporcionales a sus anuncios.

Por cada punto porcentual de inflación que escondió, dibujó y falsificó el kirchnerismo, se ocultaban 100.000 nuevos pobres. Fue una fábrica de pobres que se fueron acumulando en lo que infelizmente se denominó la década ganada. Sin ir a los números finos ¿Cuál es el producto de 12 (meses) x 12 (años)? A buenos entendedores pocas palabras, números en este caso, bastan.

No es para nada creativo, pero no cabe otra salida que sangre, sudor y lágrimas. Los errores políticos se pagarán en las urnas, pero no dan lugar a los golpes bajos, al ensañamiento, a la crueldad, la perversidad de convertirse en encubridores políticos y aguantaderos a los poderes de la Nación. Dejaron a la Argentina postrada, la ficticia recuperación ha sido el sustituto que derivó en el endeudamiento externo.

Ahora hay que pagar las dos fiestas, ya se consumió hasta con excesos. Aparecen ahora las recetas que agravan los problemas. La pobreza es sólo una de sus manifestaciones, seguramente la peor.

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