La Nación vigila la dura puja interna que se abrió en Cambiemos para 2019

La Nación vigila la dura puja interna que se abrió en Cambiemos para 2019

La sugerencia emanada desde Buenos Aires fue acatada a medias: “Evitemos adelantar los tiempos electorales de 2019”, había sido, palabras más, palabras menos, la consigna que salió del despacho de Marcos Peña, en el seno mismo de Cambiemos.

 

La premisa de no contaminar la actual campaña electoral con las rispideces y las diferencias naturales que separan a los pesos pesados que pugnarán por intentar sentarse en el principal despacho del Panal en diciembre de 2019 no se cumplirá.

El macrista Héctor Baldassi, los radicales Ramón Mestre, Mario Negri y Oscar Aguad, más Luis Juez, forman parte del grupo de expectables que, con diferentes gestos, vienen dando señales de querer ser.

Si se mantienen los pronósticos que avizoran un desempeño aún mejor de Cambiemos en las legislativas de octubre respecto de las Paso, el escenario previo no podrá ser mejor para el espacio opositor.

Sin embargo, esa eventual diferencia amenaza con transformarse en un potente búmeran que podría activar todavía más las fricciones. Al fantasma de la ruptura no le hace falta la sábana. El enemigo es interno. La compleja realidad es monitoreada desde Buenos Aires. A dos años de aquel escenario en construcción, lo único que puede asegurarse es que ninguno de los cinco principales jugadores tiene certeza sobre lo que vendrá. De todos modos, los movimientos de unos y otros comienzan a dejar huellas.

Uno por uno

De los cinco, Mestre es el único que tiene que responder por su gestión. En el entorno del intendente aseguran que las obras que realiza el municipio han comenzado a mejorar en la valoración ciudadana respecto de finales de 2016.

No es poco para quien, a pesar de conducir la ciudad más grande del país en manos del radicalismo, tiene el desafío de penetrar desde el radicalismo hasta la primera línea del Gobierno.

Fernando de Andreis, el secretario General de la Presidencia, es su principal llave a los despachos del poder macrista.

Mestre y sus competidores internos saben que Mauricio Macri será la variable determinante. Sorteada mejor de lo esperado la valla de las Paso, Macri pinta para ser otra vez el decisor principal en la provincia.

El intendente es consciente de que debe mantener en agenda el contacto con el Presidente. La semana pasada, pasó por su despacho un influyente miembro del equipo de comunicación de la Casa Rosada. Le recomendó mostrarse más cercano a la gente y evitar las confrontaciones políticas internas. “Tiene cientos de obras para inaugurar de acá hasta 2019. Debe explotar eso y mejorar el vínculo con la gente”, fue la síntesis, en tono de propuesta, tras el encuentro.

Baldassi, en tanto, comenzará el 23 de octubre un camino de fortalecimiento. En su equipo ya se preparan para dar la batalla interna, que no será sólo en Cambiemos, también incluirá el capítulo partidario del PRO. “Baldassi no hará nada que no le pida Macri. Trabajará para estar en 2019 entre quienes mejor consideración pública tengan en Córdoba. Después, como el resto, dependerá de Macri”, describió un hombre de su confianza.

Con los números obtenidos en agosto, “la Coneja” es hoy un mimado de Peña y del PRO nacional. “Tiene todos los atributos para ser candidato a gobernador”, señalan en la Rosada.

Negri es otro jugador de estatura en Cambiemos. Es hoy el radical mejor considerado a nivel nacional y su apellido suena para la conducción partidaria nacional, que se renovará en diciembre.

El líder del espacio interno Morena ha dicho que quiere ser gobernador y no esconde que trabaja para eso. Al igual que Baldassi, necesitará de Macri. Sus últimos movimientos muestran sintonía local con la Coalición Cívica.

Su alto perfil continuará en el Congreso. Liderar el interbloque de la Cámara Baja lo pone en el centro de la escena y con contacto privilegiado con el poder. Elisa Carrió lo apoya.

Luis Juez es quien con más ahínco ha dicho que será candidato. Su estadía diplomática en Ecuador podría estar ingresando a su etapa final. “Se quiere volver cuanto antes”, cuentan juecistas que compartieron su última visita a Córdoba. Para que se haga realidad ese deseo, necesita la venia de Macri. El exintendente y senador se mostró hiperactivo en los últimos días, aunque evitó los coqueteos con Mestre, que no habían caído bien en su partido.

Aguad, en tanto, es otro actor importante en el lote de cabecera. Si bien ha sido cauto públicamente sobre 2019, hizo saber que no está jubilado. Quienes conocen su pensamiento, aseguran que la jugada está más ligada a mantenerse en el candelero para favorecer las chances futuras de Rodrigo de Loredo.

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