Nación, Provincia y Municipio pondrán en valor el centro cívico de Paraná

Nación, Provincia y Municipio pondrán en valor el centro cívico de Paraná

En el marco del Bicentenario de la Independencia, el gobernador Gustavo Bordet dispuso la puesta en valor de los edificios históricos y el patrimonio cultural de los entrerrianos en el Centro Cívico

Las obras, que apuntan a recuperar el espacio público, tanto interior como exterior de la Casa de Gobierno, incluyen la construcción del Museo del Bicentenario en el subsuelo del edificio, y la refuncionalización de las plazas adyacentes. Trabajan de manera mancomunada Nación, provincia y municipio.

Este año se cumplen los 200 años de la Declaración de la Independencia, por lo que la capital entrerriana y la provincia se preparan para los festejos. Es así que el gobierno provincial, junto a la municipalidad de Paraná y el gobierno nacional, lleva adelante acciones de reparación, ordenamiento y puesta en valor de Casa de Gobierno y las plazas Mansilla y Carbó.

"El gobernador dispuso que durante esta gestión a través del Ministerio de Planeamiento, a cargo de Luis Benedetto, se pongan en valor las construcciones de los edificios históricos y museos provinciales. De esta manera consolidará el camino de los museos", explicó la secretaria de Planeamiento, Alicia Benítez, y señaló que "se trabaja para dar un orden a todo el entorno del Centro Cívico".

"En el marco del Bicentenario comenzamos a trabajar en reparación, remodelación y puesta en valor de la Palacio de Gobierno. Trabajamos con la municipalidad, quienes van a tomar calle México, detrás de la Casa Gris, haciéndola semi-peatonal", expresó.

La provincia ejecutará las tareas sobre la plaza Mansilla: "En un primer momento se va a realizar una limpieza, restauración y ordenamiento. En ese contexto, a través de Vialidad Provincial, se efectuó el bacheo de las cuadras de la misma. Ahora se restaurarán las fuentes, se parquizará nuevamente y se mejorará la iluminación, poniendo en valor la infraestructura existente", puntualizó.

"Se están haciendo una serie de tareas entre municipio, provincia y Nación de todo lo que sea patrimonio cultural", manifestó la funcionaria.

La municipalidad de Paraná comenzará a trabajar en la Plaza Carbó y el Ejecutivo provincial en la Plaza Mansilla, para lo cual "en los próximos días, en forma conjunta se va a dar un ordenamiento, un cierre de los espacios para poder adecuarlos y trabajar". Es por esto que "no se podrá estacionar por un tiempo hasta que se le dé un valor a las dos plazas", aseveró Benítez.

En cuanto a Casa de Gobierno, se trabaja en la limpieza, cerramiento de los huecos de los aires acondicionados, re-ubicación del cableado, parquizado de los patios internos, como primera medida. En una segunda etapa, se realizará la reparación de techos, tratamiento de humedad y fisura, entre otras obras.

"En uno de los espacios de este edificio de 126 años que se está reparando, restaurando y remodelando, se va a instalar el Museo del Bicentenario, en el que se exhibirán todos los elementos históricos de Casa de Gobierno y van a estar representados los tres Poderes: el Ejecutivo, Legislativo y Judicial", precisó. Hay un equipo del área de Cultura del gobierno que está trabajando junto a los técnicos para poder dejar inaugurado este espacio el 8 de julio.

 

 

• Antecedentes históricos

La Casa de Gobierno de Entre Ríos, conocida popularmente como Casa Gris, está ubicada en el centro de la ciudad de Paraná, y es la sede de dos de los tres poderes provinciales: el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo.

Cuando en 1883 la Convención Constituyente Provincial dispone trasladar nuevamente la capital de la provincia a Paraná, el gobernador Eduardo Racedo encargó la construcción de una Casa de Gobierno al Departamento Topográfico de la provincia de Entre Ríos, a cargo del arquitecto Bernardo Rígoli, el 20 de julio de 1885. Para fines de ese mismo año había comenzado la obra, bajo la dirección de Luigi Sessarego. A su vez, la carpintería estuvo a cargo de Boeri y Cía., de Victoria, y la herrería y tornería recayó en manos de Juan Oliver, habitante de la misma ciudad.

El proyecto de Bernardo Rígoli es un edificio sólido, de dos plantas de forma cuadrada estructurada en torno a cinco patios. Uno tiene el carácter de patio de honor y está tratado en consecuencia, con una doble arquería de columnas de capiteles compuestos, que recuerda un corte renacentista. El arquitecto e historiador Jesse Alexander marca el estilo del Renacimiento toscano en el diseño de las ventanas.

El reloj que corona la torre es de procedencia correntina y fue realizado por Ernesto Hoffmann y Augusto Sedner, de la ciudad de Corrientes, al igual que el campanario. El alemán Benedict Schneger Sconnan fue el fabricante del reloj y Bocum, también de Alemania, el fabricante de las campanas.

Ya promediando el año 1888 es habilitada una parte del edificio y en abril de 1889 se inauguran los recintos de ambas cámaras legislativas, concluyendo definitivamente la obra en 1890. El edificio está basado en dos estilos, el barroco y el renacentista y concebido a modo de un palacio europeo. El mismo fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1942.

Originalmente el edificio estaba precedido por la Plaza Mansilla. En 1888, se había tomado la decisión de hacer una plaza para acompañar la obra de Rígoli. El 29 de enero de 1889 hubo una convocatoria de ideas y precios para tal fin. Antes, la Municipalidad de Paraná había aportado herramientas y trabajadores para desmontar la tierra del lugar, mientras el personal del Departamento Topográfico marcaba los límites del predio a parquizar.

Para la realización del proyecto hubo que declarar de utilidad pública y posteriormente expropiar los terrenos que luego ocuparon lo que fue la Plaza Mansilla, el Palacio de Gobierno y la Plaza Carbó, que se ubica detrás del edificio, sobre calle Alameda de la Federación.

El empresario Víctor Cartesi había construido las veredas de ambas plazoletas, a las que en conjunto se llamaba Plaza Mansilla (en algunos años se la denominó plazoleta Belgrano).

La Plaza Mansilla es una característica plaza regular constituida por coníferas al estilo romano, que se caracterizaban por sus hojas persistentes y carencia de flores vistosas; y los jardines contaban con cuatro especies de cipreses: ciprés llorón, especie con ramita pendular de aspecto muy original, y el ciprés lusitanica, muy apreciado para parque inglés por su aspecto señorial.

En 1953, para el primer aniversario del fallecimiento de Eva Perón, se instaló la Llama de la Argentinidad en la cuadra nueva. Se trataba de un templete con una llama votiva (fuego sagrado de la argentinidad que arde permanentemente como homenaje a quienes dieron su vida por la patria), que recordaba a la Jefa Espiritual de la Nación. Este símbolo fue demolido en septiembre de 1955 por un comando civil partidario del golpe de Estado que derrocó al general Juan Domingo Perón.

Fue a partir de este episodio que comenzó la desaparición paulatina de la Plaza Mansilla. En principio perdió una cuadra, cuando en la segunda mitad de los años ´50 se construyó el Palacio de Justicia.

Finalmente, en el período de la autodenominada Revolución Argentina, durante la gobernación de facto del brigadier Ricardo Favre, se decidió convertir el último espacio que quedaba de la plaza en una playa de estacionamiento. De esta manera, la Plaza Mansilla quedó en el recuerdo como un espacio pintoresco, punto de descanso de los peatones, escenario de numerosos acontecimientos del quehacer político-institucional, lugar de actos escolares, paisaje habitual de quienes pasaban por allí en tranvía hasta que dejaron de circular en 1962.

Aún quedan dos bustos, una fuente y algunos árboles de la plaza original, junto a la obra escultórica que se construyó en conmemoración de la Convención Constituyente de 1994.

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