Nace el postmacrismo: Junto a Monzó, Larreta busca apuntalar una eventual candidatura presidencial

Nace el postmacrismo: Junto a Monzó, Larreta busca apuntalar una eventual candidatura presidencial

Mientras que las elecciones de este año desvelan a la mayoría de los candidatos y experimentados y neófitos tratan de instalarse en la escena política, muchos de ellos sin estructura y con escaso conocimiento de las reglas de juego, otros, en cambio, más duchos en esta arena, esperan y comienzan a preparar su estructura en vista al 2023.

Mientras que las elecciones de este año desvelan a la mayoría de los candidatos y experimentados y neófitos tratan de instalarse en la escena política tratando de conseguir participar en la disputa por los cargos mayores, muchos de ellos sin estructura y con escaso conocimiento de las reglas de juego de la política, otros, en cambio, más duchos en esta arena, esperan y comienzan a preparar su estructura en vista a las elecciones de 2023.

Del lado del peronismo, quien ha emprendido este camino pautado y meditado parece ser Sergio Uñac, aunque no descartaría una postulación a la vicepresidencia para 2019, o incluso para la presidencia si se alinean los planetas de manera apropiada.

Por el lado del Pro, quien bajó la bandera de largada es el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, que en silencio y sin estertores ha comenzado a preparar el terreno para 2023.

En los últimos días, Rodríguez Larreta participó de diversos actos públicos en Santa Fe y Lanús. Los medios, en principio, habían especulado con que esa presencia se debía a las reservas que entre los candidatos de las provincias e intendencias que forman parte del Pro provoca la alternativa de que el presidente Mauricio Macri decida jugar un papel activo en los actos proselitistas, ya que su imagen y su nombre causan estragos en las pretensiones electorales de sus aliados. Por algo todos los que pudieron adelantaron las elecciones provinciales, para escapar como a la peste de formar parte de una boleta larga encabezada por el titular del ejecutivo nacional.

Pero, en realidad, la presencia de Rodríguez Larreta en escenarios electorales ajenos debería atribuirse al inicio de su instalación como figura política nacional y aspirante a la presidencia en 2023. Si bien su prioridad hoy en día es renovar su mandato en la Ciudad, el logro de tal objetivo le permitiría mantener una caja indispensable para su siguiente desafío político.

Rodríguez Larreta sabe que en este turno sería absurdo enfrentar a Mauricio Macri en una interna presidencial, aunque muchos crean que sería mucho mejor candidato que su jefe político. Por esta razón, ha comenzado a armar un equipo de las estrellas para el 2023, que incluye nada menos que a Emilio Monzó -quien hace algunos días se reconcilió con María Eugenia Vidal- como probable jefe de Campaña, y a Carlos Melconian en el área económica.

El armado es aún incipiente y sobrio, pero de ningún modo pretende ser secreto. Más aún, el pasado lunes la senadora por la CABA, Marta Varela, que participa en las filas del larretismo, organizó una visita de Rodríguez Larreta y Monzó a la tradicional confitería El Molino. En un tono de camaradería y optimismo, el actual presidente de la Cámara de Diputados de la Nación declaró que trataría de cumplirle el sueño que el jefe de Gobierno porteño incuba desde su infancia: llegar a la presidencia de la Nación.

De este modo, mientras Mauricio Macri ve deshilacharse su poder como arena entre los dedos, el postmacrismo comienza a cobrar cuerpo y se plantea objetivos concretos. 

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