De murales, submarinos y frenos de mano

De murales, submarinos y frenos de mano

El puerto marplatense no termina de definir el Directorio, la licitación del dragado y el balizamiento para operar de noche. La flota fresquera no despega del muelle pero el Intendente se ocupa en traer el ARA San Luis a la Base Naval.

 

La obra plástica colectiva de pintar y colorear el extremo de la Escollera Sur y transformar ese cordón de bloques tan grises como monótonos es un paisaje que pueda mimetizarse con el ambiente marino y portuario, asoma como una de las pocas cosas que avanzan más o menos a buen ritmo en el puerto marplatense por estos días.

A más de cinco meses de haber asumido la presidencia del Consorcio Portuario, seguramente Martín Merlini desearía que la realidad sintonice de manera más nítida con sus objetivos al asumir la gestión.

Mientras Quequén ya tiene Directorio desde hace más de un mes, recién la semana pasada acá se terminó de enviar la nómina de candidatos propuestos para que la Subsecretaría de Actividades Portuarias (SAP) defina la nómina de los 8 representantes. Entre sindicatos, armadores y representantes de cámaras prestadoras de servicios, la nómina llega a 20 postulantes.

No se pudo enviar antes porque faltaban algunas certificaciones. Gente supuestamente interesada en formar parte de la mesa chica de asesores ad honorem de Merlini, pero con poco tiempo para concurrir a la oficina del Correo y solicitar el certificado de antecedentes penales. La SAP tiene 30 días hábiles para definirlo aunque en el Consorcio creen que estará listo a mediados del mes próximo.

De los otros dos lugares, uno corresponde a la Municipalidad y el otro a un Partido vecino que debería ser Balcarce pero seguramente será Mar Chiquita. Para convalidar lo de “Regional”, al menos desde la papelería. En los hechos, McCain sigue amagando con exportar por Mar del Platamientras manda papa frita pre cocida congelada por camión hacia Brasíl.

Quien será el representante de la Municipalidad en el Directorio es un misterio por estas horas. Los intereses portuarios del Intendente no están enfocados en ese sillón que le prometió a Carlos Mezzamico, el secretario General de los estibadores, pero que también le pidió Eva Moyano, tras uno de los tantos auxilios financieros que aportó su hermano Hugo para evitar la inmovilidad de los recolectores de la 9 de Julio.

Arroyo parece poco interesado en encontrar variables que rompan la inmovilidad de la flota fresquera de altura que colecciona días amarrada a muelle, condena a miles de trabajadores a salarios de subsistencia yprovoca una severa crisis ocupacional a lo largo de todos los eslabones de la cadena productiva.

El Jefe Comunal tiene un sueño que lo desvela: traer el submarino “ARA San Luis” a la Base Naval de Mar del Plata para transformarlo en un museo. Esta nave fue la única de su tipo que participó en acciones ofensivas contra la flota británica durante la guerra de Malvinas. Con casi todo acordado con la Armada, el Intendente está buscando alternativas para el operativo traslado. En realidad, alguien que pague el viaje desde las gradas del astillero Tandanor.

Después de algunas trabas administrativas y sin vientos capaces de ridiculizar a empleados distraídos ni empujar camionetas al agua, esta semana estaba previsto que comience a construirse el basamento en la terraza de la Central 9 de Julio que le dará soporte a la baliza y así completar la señalización marítima necesaria para que los buques de porta contenedores puedan entrar o salir del puerto en horario nocturno.

“Parece el cuento de nunca acabar… estamos esperando los materiales para iniciar la obra… espero que lleguen esta semana”, contó una fuente del Consorcio Portuario al tanto de la evolución de cada contratiempo.

Las navieras han solicitado esta obra desde la época en que Jorge Hidalgo era el único integrante del Directorio del Consorcio y ocupaba el despacho de la Presidencia. Hace un año que no pueden siquiera comenzar con la tarea, la cual, vale decir, viene a corregir otro desquicio: como que la baliza del muelle de ultramar haya quedado más alta que la señal posterior fuera del tejido portuario.

En las últimas horas se conoció la intención del Ministerio de la Producción bonaerense de invertir 47 millones de dólares en mejorar la infraestructura portuaria. En la administración portuaria interpretaron el anuncio como una búsqueda de inversiones extranjeras con apoyo provincial. En estos momentos en la legislatura se debate un proyecto de alianza entre lo público y lo privado.

El anuncio también es una gran muestra de deseo… se menciona la construcción de una terminal de contenedores en el muelle 3, hoy ocupada y envuelta en un litigio judicial con el permisionario Elevadores Mar del Plata. Por estos días todavía no se terminó el trámite de restitución del predio de los silos al Estado Nacional. Y faltará luego el pase a la Provincia.

La construcción de los espigones 8 y 9, sobre la Escollera Sur, a esta altura ya forma parte del mito portuario. Si cada uno que anunció dicha obra hubiese cumplido, la flota fresquera no se apretujaría hasta en octava andana en las dársenas interiores.

Mientras en el puerto marplatense toma color el mural en Escollera Sur, el Intendente se desvela por un viejo submarino y el puerto no logra mantener sus canales de acceso abiertos las 24 horas, otros puertos también reciben ayuda millonaria para mejorar su infraestructura. Y no los anuncia un corresponsal desde La Plata sino el Presidente de la Nación en persona.

Es el caso del “Antonio Morán” de Comodoro Rivadavia, donde el gobierno nacional invertirá 82 millones de pesos para remodelar en 9 meses tanto la terminal de ultramar, que permitirá el atraco en simultáneo de dos buques mercantes, como el sector pesquero –el muelle se extenderá hasta los 192 metros- y así duplicar su capacidad operativa.

En esa misma visita, el Presidente se comprometió a aportar 500 millones de pesos para arreglar los pilotes del muelle Almirante Storni, en Puerto Madryn. Se reparará el viaducto principal y se ensanchará casi 250 metros el frente de amarre. La obra finalizará en 18 meses. Además de las exportaciones pesqueras, la terminal portuaria oficia de puerta de salida de la producción de aluminio de Aluar.

Acá el Consorcio cuenta las monedas y busca alternativas en permisionarios privados del puerto para garantizar los fondos necesarios que permitan hacer la obra de mantenimiento de dragado.

Obra, también hay que decirlo, de la que todavía no se conocen los pliegos del llamado a licitación nacional e internacional, aunque Martin Merlinisigue teniendo confianza en disponer de una draga trabajando antes que termine noviembre.

A los refutadores del optimismo oficial le sobran ejemplos para exponer la extrema lentitud con que evoluciona la agenda portuaria. Directorio, dragado, balizamiento, muelle de la Terminal de Cruceros operativo para la flota pesquera, puesto sanitario para la atención de primeros auxilios en el muelle…

”Tienen que imitar al empleado de la chata (por la camioneta Chevrolet que se cayó al agua)… sacarle el freno de mano a la gestión”, decía un armador pesquero el martes en el espigón 2 mientras monitoreaba la zarpada de su barco a caballa. Un par de marineros le festejaban la ocurrencia maliciosa.

El apoyo nacional a los puertos chubutenses se explica desde la mera estrategia política. Macri necesita los votos de legisladores que responden a Das Neves en el Congreso para aprobar leyes claves en las reformas que impulsa Cambiemos.

Tal vez por eso tampoco retoca los reembolsos que aplicó antes de irse el kirchnerismo para las exportaciones desde los puertos patagónicos y desoye el pedido de empresarios locales para incluir al puerto local en ese esquema.

En Mar del Plata parece que debemos conformarnos con inaugurar murales gigantes en la Escollera Sur para el libro Guiness de los récords.

Y con el afecto, la consideración y el respaldo de una Gobernadora que en 10 meses de gestión todavía no pisó el puerto. Y no es que no sepa dónde queda: lo visitó varias veces como candidata.

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