Las tasas de interés que ofrece el sistema financiero para las colocaciones a plazo fijo parecen ser una fuerte tentación para los municipios cordobeses, que en las últimas semanas han incrementado sus posiciones en esta opción, como una forma de pelearle a la suba de costos en sus presupuestos, producto de la inflación.

Estimaciones del mercado indican que el conjunto de las intendencias cordobesas tendría depositados a plazo unos 300 millones de pesos. La cifra parece abultada, pero no lo es tanto cuando se contabiliza la cantidad de municipalidades de la provincia.

En todo caso, el dato concreto es que cada vez hay más fondos de este origen en los bancos locales. Sólo en el Banco de Córdoba, la entidad oficial que canaliza la mayor parte de las operaciones municipales, se calcula que están depositados unos 150 millones de pesos.

El resto de los bancos tendrían una suma similar o levemente superior, tomando en cuenta las características del mercado. Pocos intendentes están dispuestos a reconocer en público las colocaciones para evitar presiones de empleados y proveedores.

La intención generalizada es guardar el dinero para hacer frente al medio aguinaldo que, en un año que corre rápido por la dinámica de la realidad, está a 90 días de su pago.

Uno de los pocos en hacerlo fue Daniel Salibi, de Mendiolaza, quien es a la vez miembro de la Mesa Provincia-Municipios en representación de las intendencias radicales. “Es muy difícil gestionar con este nivel de inflación; por suerte, en los últimos días los precios se han aplacado un poco”, explicó.

Salibi tiene una medición propia de los aumentos verificados en los costos de su jurisdicción en cuatro ítems centrales: salarios, combustibles, materiales de construcción y librería. “La inflación de estos rubros en 2013 fue de 45,6 por ciento”, puntualizó.

Por eso, con la recaudación de la cuota anual de las tasas por la prestación de servicio o la coparticipación, que sigue sostenida, muchos intendentes salen corriendo al banco para depositarla a tasas del 23 al 25 por ciento a 30 días. Incluso por sumas superiores al millón 
de pesos, el Banco de Córdoba (Bancor) ofrece algún punto más.

El tema de la coparticipación es clave en esa estrategia de guardar los pesos. En la primera quincena de marzo, los envíos consolidados aumentaron el 38 por ciento. En lo que va del año, la Provincia les giró a las intendencias 1.226 millones de pesos. Buena plata.

En general, los intendentes que cuentan con esa posibilidad de ahorro tienen fondos puestos en varios plazos fijos y en más de un banco, como una forma de combinar tasas y plazos.

“Lo ideal sería llegar con esos ahorros al pago del medio aguinaldo de junio, pero hay que ver cómo sigue la economía”, explicó Salibi.

¿Es posible “patear” para adelante a los proveedores para poner esos fondos “a trabajar” en el banco? Nada imposibilita esa acción, pero otras fuentes consultadas la consideraron arriesgada.

“No se puede usar el dinero que se necesita para sostener la asistencia social, como la compra de alimentos para comedores, tampoco es posible parar la compra de combustible para la recolección, sólo podrían 
regular insumos menores”, finalizó Salibi.

Tampoco son tantas las intendencias embarcadas en la construcción de grandes obras públicas que les dejen márgenes para frenar y llevar algo para el banco.

En la actualidad, el clima es de prestar los servicios básicos y esperar a ver cómo evoluciona el panorama para poner más adelante la maquinaria en marcha de cara a la renovación de mandatos en 2015.

Y queda un elemento que genera expectativa en las estimaciones financieras. Es la coparticipación del fondo de la soja. Con la “megacosecha” que se viene, a lo largo del año, aparecerían por esta vía más recursos que los recibidos el año pasado.