Valentina Pereyra, beneficiada por una medida cautelar que ordena su reincorporación, se presentó este lunes en la Comuna acompañada de su abogada pero no le permitieron el ingreso. El Gobierno de Julio Garro esgrime falta de notificación, explica razones y se defiende de las acusaciones por discriminación vertidas por organizaciones trans.
Pereyra había comenzado a trabajar en el Municipio en septiembre de 2013 desempeñando funciones en la Dirección de Políticas de Género. Pero con el cambio de administración se quedó afuera. La trabajadora inició una demanda para que la reincorporen y la jueza María Ventura Martínez, a cargo del Juzgado Contencioso Administrativo Nº 4, le dio la razón.
La magistrada ordenó la "reinstalación con carácter urgente en su puesto de trabajo en el municipio", en cumplimiento de la ley provincial de cupo laboral trans (Ley Nro 14.783) contra el trato arbitrario y discriminatorio.
"No nos dejaron ingresar porque supuestamente no estaban notificados", señaló Pereyra en declaraciones al medio local Infoplatense. Y criticó que la hicieran esperar "más de dos horas" en Mesa de Entrada, sin que la recibiera funcionario alguno.
"Como el programa en el que yo me desempeñaba no existe más me tuvieron dando vueltas y nos mandaron a decir que no nos iban a atender", expresó.
Por su parte, desde el Municipio manifestaron: "Se le terminó el contrato el 31 de diciembre y no se le renovó(…) Ella figuraba en una ONG, no en la Municipalidad, pero con contrato municipal. De esas personas que trabajaban con ella, hubo 5 ó 6 reincorporados, entre ellos 2 trans".
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