El Municipio ordenó paralizar otra vez las obras en el GEPU

El Municipio ordenó paralizar otra vez las obras en el GEPU

Dos funcionarios anunciaron que en junio los emplazaron a levantar el muro y ahora los sancionan.

 

La Municipalidad decidió paralizar, una vez más, la obra que el Fideicomiso GEPU 1 empezó a construir en un predio contiguo al gimnasio "Emilio Perazzo", donde antes estaba la pileta de natación, y que ya provocó dos derrumbes en las medianeras de las cuatro viviendas colindantes. Ayer a las 9:30, mediante el acta 9341/14, los inspectores municipales notificaron a la empresa que la obra se mantenía en ese estado, el mismo que alcanzó otras dos veces a través de las actas 8112 y 9007, y debido a que "fue emplazada a presentar en cinco días el plan de trabajo de submuración y construcción de muros medianeros". En cambio levantó la pared y no presentó lo solicitado.

Ricardo Bazla, secretarioSeguridad Ciudadana y Control Comunal, informó que “la obra se encuentra paralizada por decisión de la Municipalidad desde el 16 de setiembre de 2013.

 

 

Ricardo Bazla, secretario de Seguridad Ciudadana y Control Comunal, informó que “la obra se encuentra paralizada por decisión de la Municipalidad desde el 16 de setiembre de 2013. Hace más de un año que la Dirección de Obras Privadas adoptó esa decisión en función de la situación de riesgo que presentaba y porque los documentos solicitados a los responsables nunca se remitieron”.

 

El funcionario recordó que “el 4 de junio pasado se realizó otra inspección y se ordenó un emplazamiento por el término de cinco días para que presentaran una serie de documentaciones, entre ellos un plan de obra y el cálculo de los muros que se debían construir y que ahora hemos verificado que se construyeron sin contar con ningún tipo de autorización. Uno de esos muros se cayó y está afectando la situación de los vecinos del lugar”.

 

En enero de 2013 la fachada del club, ubicada en la esquina de Tomás Jofré y Rivadavia, apareció cercada con un gran cartel que anunciaba la construcción de un moderno edificio de 6 pisos con 42 departamentos, 7 locales comerciales y 2 plantas en subsuelo para 48 cocheras. Un año después, la constructora utilizó una excavadora para remover la pileta de natación de 25 metros de largo por 12,70 de ancho y 4 de profundidad, y no pudo terminar porque no obtuvo la autorización municipal. Esto provocó la formación de un pozo de mayores dimensiones que generó el derrumbe en las medianeras de dos casas  vecinas y un local  comercial, a fines de mayo. Además de sumar un problema en la pared sur del estadio de básquet, porque cedió la tierra que contiene sus cimientos.

 

A los 30 días, un grupo de siete albañiles comenzaron a levantar los dos muros que servirían de nuevas medianeras y a su vez de futuras paredes de las cocheras subterráneas. Pero la lluvia de la semana pasada provocó el derrumbe de dos tercios de ese amurado, con lo cual las cuatro casas linderas se quedaron sin sus respectivas paredes: la de Pablo Correa (Rivadavia 1245), la de Rossana Carletti (Las Heras 942) y las dos propiedades de Artemio Chávez (Las Heras 954 y 948).

 

Claudia Ponce, directora de Obras Privadas y Catastro, señaló que “le solicitamos a los propietarios que submuraran porque había derrumbes en una de las medianeras. Eso fue en junio de este año. En su momento hicieron un descargo y solicitaron una prórroga y después no presentaron la documentación”. Sobre el acta labrada ayer, dijo que “los inspectores observaron que el muro que levantaron no es el correspondiente. El hormigón que utilizaron lo han hecho `in situ´, y no es elaborado, por lo tanto no es el que se necesita para poder controlar el desmoronamiento, en caso de lluvias”.  

 

Otra de las solicitudes que le realizó el Municipio fue que presentaran un director técnico de la obra y señalaron que la persona que inició los trámites es un arquitecto de apellido Barroso que figura en el expediente de inicio de la obra. “Esa gestión, llamada previa, fue corregida y se le pidió que solicitaran la flexibilización, por medio de una resolución que debe extender la Secretaría de Vivienda y Desarrollo Urbano, porque al ser un edificio excedía algunas de las exigencias del Código de Edificación", aclaró Ponce. Y reiteró que "el profesional a cargo quiso presentar igual los planos sin esa resolución y no se los recibí porque no tenían el permiso para edificar".

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