Bajo ese argumento, desde el área de Tránsito proponen importantes cambios para que las calles de la ciudad logren adecuarse a ese incremento de vehículos que circulan en la ciudad.

Una de esas modificaciones apuntan a las rotondas, dada su conflictividad vial a partir de la congestiones que se producen por el caudal de vehículos generando “cuellos de botella”. En este sentido, el director de Tránsito, Miguel Grassi Muñoz, fue contundente y remarcó la necesidad de eliminar directamente las rotondas en Mar del Plata.

“Entiendo que no habría que eliminar varias, se tendrían que eliminar todas las rotondas”, sostuvo, y agregó: “Hay un proyecto en el Ente Municipal de Vialidad y Alumbrado Público por este tema”.

El funcionario explicó que su postura se fundamenta en que las rotondas fueron construidas tiempo atrás para un determinado caudal de automóviles pero “hoy el parque automotor ha crecido enormemente e ingresan vehículos por la ruta en gran cantidad que producen cuellos de botella”.

“Las rotondas hay que eliminarlas y también hay que achicar los carriles de Champagnat. Reduciendo los carriles centrales podemos llegar ganar hasta 3 o 4 manos mas para que la gente puede circular. Eso se hizo en una época en donde no había tantos vehículos y donde los camiones no eran tan grandes. Todo eso implica que el transito se atasque en esas zonas”, aseguró.

En tanto, Grassi Muñoz se refirió a los controles que llevan adelante desde hace meses en las rotondas y trazó un balance positivo: “Los controles son muy buenos y los seguimos llevando adelante. Estamos trabajando y el resultado ha sido óptimo. La gente de a poco va tomando consciencia. Sabemos que falta de todos modos”.

“Primero tenemos que trabajar en la prevención y concientización, y luego en el control, esa es la política del Intendente”, dijo, y anticipó: “En verano vamos a hacer trabajos de prevención y tareas de desviro para que el transito circule lo mejor posible”.