Villa Carlos Paz. El final de lo que sucedió anoche en el Concejo de Representantes de Villa Carlos Paz estaba casi cantado: se aprobó por mayoría la expropiación del 48,5 por ciento, sobre el 50 por ciento, de las acciones que tenía la Cooperativa Integral (Coopi) en la prestataria del gas natural Carlos Paz Gas.

Para la sesión, el recinto se mudó al Salón Auditorium del Palacio 16 de Julio, que desde temprano fue custodiado por una fuerte guardia policial. Se cerraron las puertas de reja y sólo se pudo ingresar hasta minutos antes de las 18, por una disposición policial que, según los funcionarios municipales, no había emanado ni desde el Concejo ni desde el Ejecutivo. Y cuando los cooperativistas quisieron ingresar, les fue impedido por la Policía y hubo momentos de extrema tensión en la puerta del municipio.

Unos minutos antes de iniciarse la sesión, el concejal de Unión por Córdoba, Adrián Lizarriturri, le hizo saber al presidente del cuerpo, Walter Gispert, lo que sucedía afuera y este decidió pedir un cuarto intermedio para solucionar el problema.

Pero, cuando salió, junto con otros ediles, fue repudiado por los cooperativistas que estaban en el lugar y hubo escenas que incluyeron golpes contra un concejal oficialista y una dirigente cooperativista. En el lugar, también estuvo el intendente Avilés, que siguió la sesión desde la primera fila.

La sesión se retomó sin la presencia de los militantes de la Coopi, que decidieron quedarse afuera y montaron una peña con números musicales que intercalaron entre sus críticas a la decisión del Concejo de quitarles la parte de la empresa proveedora del gas natural en la ciudad.

En el interior del recinto, los ediles continuaron esbozando sus posturas y todo terminó con la aprobación del proyecto oficial anunciado por el intendente Avilés. Hubo siete votos a favor, tres en contra y abstención.

Como era previsible, el debate fue la segunda parte de la película que se vio hace un par de semanas en la villa serrana, cuando se llevó a cabo la audiencia pública.

El oficialismo de Carlos Paz Unido (CPU) defendió enfáticamente la decisión del intendente de expropiar la parte de la empresa correspondiente a la cooperativa, con fuertes críticas hacia la actual conducción de la misma.

El radical Daniel Viale, en tanto, tuvo una larga intervención, en la que mencionó los avances producidos por la empresa hasta la fecha y planteó que es una falacia señalar que es deficitaria, como se esboza desde el relato del oficialismo.

Y el peronista Lizarriturri fundamentó su voto contrario a la propuesta del Ejecutivo al señalar que la postura de Carlos Paz Unido es ideológica, y que la conformación del directorio de la empresa de gas (con tres directores para el municipio y tres para la Coopi) le permitía al Poder Ejecutivo contar con el doble voto del presidente y, de esa manera, manejarla según su criterio, dijo el edil.

La historia

Empantanado. Un breve repaso por la historia del gas natural en Carlos Paz muestra que el tema estuvo casi siempre empantanado entre posiciones adversas. A principios de la década de 1990, la llegada del fluido a Carlos Paz se vivió en un clima similar al de estos días, por la decisión del entonces intendente, Carlos Felpeto, de cederlo a manos privadas, a la firma Emprigas. La Coopi encabezó en aquel momento manifestaciones que llegaron hasta la ciudad de Córdoba. Con la partida de Emprigas, en 2004 se conformó una sociedad de economía mixta entre el municipio y la Coopi, y se inició un proceso que terminará con esta decisión del municipio.