El Municipio le compró los 15 detectores de metales a una astróloga

El Municipio le compró los 15 detectores de metales a una astróloga
Dos horas de tiempo y una conexión a Internet es lo que necesitó Javier Salinas para detectar algunas "curiosidades" en la compra de los detectores de metales, que realizó el Municipio. A través de una investigación publicada en su blog, el marplatense y militante en la línea Apertura y participación del Gen, descubrió que uno de los proveedores del partido de General Pueyrredon, figura inscripto en el monotributo como astróloga.
La compra figura en la web municipal, a cargo de la Dirección de Coordinación sistema de monitoreo y localización (PAT), con el número 316/2013 y por el precio de $980 por cada detector de metal.

En diálogo con 0223, Salinas explicó: “Cuando comencé a investigar, la Municipalidad me negó información, ya que había consultado a través de su cuenta de twitter, el número de orden de la compra o la repartición que la había generado. Jamás me contestaron. Igualmente encontré el número al observar dependencia por dependencia, y comencé la búsqueda por Internet, de precios del producto -similar o igual- al modelo de detector de metal adquirido”.

De acuerdo con el militante del Gen, internacionalmente pudo averiguar que es un aparato que en la puerta de fábrica se puede adquirir a 10 dólares. A esto obviamente, hay que sumarle derechos de importación, aduana, flete y un precio por la cantidad que se adquiere. “Supongamos en números gruesos, que tenés un 100% por importarlo, igual porcentaje para el distribuidor que lo trae y el que lo vende para su ganancia. Estamos hablando de 40 dólares, y si lo querés duplicar como exageración, llega a 80 dólares. A dólar oficial, aproximadamente son $500”.

Para Salinas, “queda en evidencia que la inutilidad de pagar mal sale carísima, porque la comuna a veces, paga mal, paga tarde y a veces no paga”. Por esta situación, el proveedor aumenta el precio del producto, para tener la capacidad de reponerlo en un futuro con inflación y el Municipio, como en este caso, termina pagando más del doble.

Más allá de la incertidumbre que genera el precio elevado por unidad, hay un detalle que remata la información con gracia. Cuando el vecinalista buscó en la red, a través de una web que recopila información de distintos sitios, dio con que la proveedora María Eugenia Luis, tiene como actividades principales en su monotributo la astrología, espiritismo, investigaciones genealógicas, de contratación de acompañantes, lustrabotas y acomodador de autos. Y recién como actividad secundaria, figura la venta por menor de equipo profesional y científico e instrumentos de medida y control.

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