En base a los rutinarios monitoreos que el municipio realiza sobre la calidad de los productos ofrecidos en grandes supermercados de la capital, se efectuó un notorio procedimiento en un establecimiento que vendía mercadería en mal estado, pero que además la misma se exhibía en góndolas sucias con excrementos de roedores.

Este trabajo llevado a cabo en un comercio de avenida Alberdi al 1900 aproximadamente también detectó falta de higiene en diversos sectores del local y es así que el total de esas faltas motivaron la elaboración de tres actas convencionales para el supermercado infractor, del cual se decomisó cerca de 350 kilos de productos.

Los mismos eran de arroz, polenta y latas en mal estado. 

Amenazas de parrilleros en la Castelli

Mientras tanto, los agentes municipales debieron emitir una nota de emplazamiento a los propietarios de un puesto de parrilleros que, en total falta de respeto al patrimonio ciudadano, vendían comida desprovista de todo tipo de control bromatológico en el parterre de avenida Castelli al 800, lugar en el que la Municipalidad concretó un proceso de recuperación y ornamentación con elementos reciclados.

Los infractores que comerciaban en un sitio que no está contemplado como habilitado en las ordenanzas municipales desobedecieron la medida dispuesta por los referentes de las autoridades comunales, pero también efectuaron amenazas a los trabajadores municipales.