Los cerveceros, el público, los funcionarios, todos, absolutamente todos, coincidieron en el mensaje. La decimotercera edición de la Fiesta Provincial de la Cerveza Artesanal en Santa Clara del Mar fue, sin dudas, la versión más espectacular de todas. Más de 50 mil personas gozaron de las mejores cervezas artesanales y de los recitales de Los Auténticos Decadentes, La Mancha de Rolando y Bersuit Vergarabat, en una semana inolvidable que superó las expectativas de todas las partes.
Ochos stands de firmas cerveceras recibieron a miles de personas que se dieron el gusto de disfrutar de distintas variedades de cervezas durante todas la noches. Junto a esto, los puestos gastronómicos dijeron presente con un variado servicio que incluyó comidas típicas alemanas y pescados y mariscos, entre otras cosas. El éxito para el Patio Cervecero fue rotundo, al punto de venderse todo en varias de las noches.
Las firmas locales Aquiles, Corsario Negro, Leyenda y La Posta del Ángel, y las invitadas Barba Roja, Sláinte, Baires y Heberling fueron el punto de encuentro de los concurrentes, que se mostraron gratamente sorprendidos por los stands instalados en el nuevo Patio Cervecero, una novedosa iniciativa que el municipio adoptó este año.
La fiesta se realizó con el auspicio de Lotería de la Provincia y de la Subsecretaría de Cultura de la Nación junto a una impecable organización de la Municipalidad de Mar Chiquita a través de la Secretaría de Cultura que tiene a su cargo Fernando Córdoba.
La Tota Santillán y Cianferoni brillaron en la última noche
Fue un cierre a pura música y humor. Hasta varios de los visitantes lograron subir al escenario de la Rotonda del Viejo Contrabandista, bailar y desatar la lluvia de aplausos del público. A pesar del viento, los visitantes le pusieron mucha energía a la noche de cierre de la XIII Fiesta Provincial de la Cerveza Artesanal en Santa Clara del Mar.
Luego de la presentación infantil, la Tota Santillán tomó el micrófono y comenzó con el show a su estilo. Los mejores covers románticos y movidos partieron desde su voz y entusiasmaron a los presentes que pisaron el escenario y bailaron. En el final, el santiagueño Carlos Cianferoni soltó sus cuentos y chistes haciendo reír a todos.
Paralelamente, las cabañas cerveceras tuvieron un buen afluente de público que se acercó para gozar de los últimos vasos de cerveza tirada artesanal. Tras siete días, se notó la satisfacción de los productores locales y de los invitados (muchos de ellos debieron viajar a sus lugares de elaboración para reforzar la dotación) que palparon el interés y la buena onda de la gente y la búsqueda de distintos sabores en lo que fue una verdadera fiesta.
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