Como ocurre año tras año, una multitud formó parte de los festejos por el día del Santo del Pan, la Paz y el Trabajo en barrio San Roque de la ciudad de Paraná. 

A las 15.30 comenzó la procesión por las calles del barrio, la cual finalizó pasadas las 16.30 y cada uno de los fieles se fue ubicando frente al altar montado al frente de la Parroquia para participar de la misa que fue oficiada por Monseñor Juan Alberto Puiggari. 

“Muchos vienen a agradecer y esa es la nobleza del corazón”, dijo Puiggari al iniciar la homilía sin dejar de recordar y pedir por la paz entre israelíes y palestinos. “Quiero pedir por una intención muy especial que nos ha pedido especialmente el Papa Francisco y que es el fin de la guerra en Gaza, y por los cristianos que están sufriendo muchísima persecución en Irak; por la Fe, por nuestros hermanos”, expresó. 

“Estoy seguro que ustedes vienen fundamentalmente a agradecer y es el corazón noble. Agradecer supone reconocer la gratuidad, Dios nos regala todo. También muchos vienen a pedir el pan y el trabajo. En el pan sintetizamos todo aquello que hace a la subsistencia del hombre y en el trabajo todo lo que hace a la dignidad del hombre”, remarcó. 

Tras ello, agregó: “Le pedimos al Señor que a nadie le falte el pan, es curioso que en Argentina, que es capaz de dar de comer a 400 millones de personas haya hermanos que no tengan pan, es un escándalo para nosotros. También pedimos al Señor por la dignidad del trabajo y que vaya creciendo en su dignidad, por salarios más dignos, por condiciones más dignas del trabajo y por aquellos conflictos laborales que hoy se viven en nuestra ciudad; para que se puedan solucionar pacíficamente y nadie quede sin trabajo”. 

“También pedimos para que en Argentina crezca la cultura del trabajo, y que todos descubramos cómo en el trabajo está la dignidad”, reflexionó finalmente Puiggari. 

Una vez finalizada la misa, se realizó la bendición del pan y demás elementos que llevaron los fieles, como herramientas de trabajo, agua, estampitas y rosarios y luego se repartió un pedazo de pan a cada uno de los asistentes.