Alejandra Ferragut se sorprendió. En diciembre cumplió los 30 años de servicio dentro de la Policía y ya había pensado en retirarse. Satisfecha con su recorrido profesional dentro de la fuerza y con sus vacaciones ya planificadas, le llegó la propuesta desde la nueva Jefatura para que asumiera como superintendenta de Apoyo y Servicios. Tras aceptar, se convirtió en la primera mujer en acceder a la plana mayor de la Policía de Neuquén. Por sus manos pasan las decisiones de tres direcciones fundamentales: la de personal, la de instituto –cursos y capacitaciones- y la de informática y comunicaciones, cuyo auge radica en la implementación de las cámaras de seguridad.

 

¿Tu designación evidencia una apertura de mentalidad dentro de la Policía, un cambio de mirada?

Yo creo que es una postura hacia la mujer. Hoy hay mujeres que tienen cargos importantes dentro de la fuerza y que están demostrando mucha responsabilidad. No debemos perder de vista que la institución en su génesis fue integrada, organizada y comandada por hombres, pero de a poco entiendo que hemos demostrado día a día que estamos a la altura de las circunstancias.

¿Desde cuándo se empezó a notar este cambio?

Cuando yo ingresé a la Policía teníamos lo que se llamaba “cuerpo femenino”, cuyo máximo cargo al que podías acceder como mujer era el de comisario. Luego, en la década de los noventa se derogó ese cuerpo femenino y la mujer pudo acceder a la escuela de cadetes. A partir de allí se incluyó a la mujer en los distintos cuerpos y pudimos acceder a los mismos escalafones que los hombres. La primera camada del cuerpo seguridad que son femeninos cumple ya 23 años. Muchas de las chicas de ese grupo ocupan hoy cargos de dirección en las comisarías, por ejemplo.

¿Cómo describirías a la mujer policía?

La mujer es más osada, va para adelante; es verdad que el hombre es muy compañero y tiende a cuidarla, pero somos más impulsivas y debo reconocer también que siempre en las capacitaciones, dentro de los primeros tres promedios, hay una mujer. Recientemente hubo un personal seleccionado para ir a una capacitación a Buenos Aires. Entre ellos, una oficial ayudante mamá viajó y se instaló un mes sola con su hijito; hizo el precurso, rindió y quedó, entre 600 alumnos de todo el país, en el noveno lugar. La tenacidad es muy importante. En el año ‘85 las mujeres representábamos sólo el 2 por ciento de la fuerza, hoy somos el 20.