Las mujeres de Kicillof

Las mujeres de Kicillof

Fernanda Raverta, Jésica Rey, Estela Díaz, Agustina Vila, Teresa García y Mara Ruiz Malec. Los desafíos que tienen por delante las ministras del gabinete, más allá de la gestión. El rol de la mujer en la flamante administración provincial.

De los quince ministerios que componen el gabinete bonaerense que conduce Axel Kicillof, seis están encabezados por mujeres. Si bien no hay paridad, se le acerca bastante. Esta decisión, por supuesto, no es casual. El movimiento feminista avanza cada día un poco más e interpela a todos los poderes del Estado, incluso el Ejecutivo, donde ahora la mirada está puesta a partir de la designación de funcionarias para puestos claves y con importante toma de decisiones.

Pero no sólo eso. La mayor participación de mujeres en el Gobierno bonaerense responde también a una necesidad de separarse de la gestión anterior, que, a pesar de haber estado en-cabezada por una mujer, contó con escasa, primero, y nula, después, representación femenina en el gabinete.

Ahora, la historia es otra y Axel Kicillof convocó a seis mujeres para conducir áreas claves en su equipo. Por ejemplo, Trabajo y Educación son dos pilares fundamentales del Poder Ejecutivo y con alta exposición mediática, sobre todo cuando se discuten las paritarias. Mara Ruiz Malec y Agustina Vila, respectivamente, se sientan a la derecha e izquierda del Gober-nador a la hora de entablar una negociación. Están a la par. 

Otra señal del cambio de época es haber designado a Teresa García al mando del Ministerio de Gobierno, desde donde se entablan todas las conversaciones con los 135 intendentes de la Provincia, sin distinción de color político. 

En la misma línea hay que destacar la decisión de crear, específicamente, un Ministerio de las Mujeres para tratar todas las políticas de género y diversidad sexual. Allí, Kicillof designó a Estela Díaz, una histórica militante feminista. 

Fernanda Raverta, en el Ministerio de Desarrollo de la Comunidad, y Jésica Rey, en el Ministerio de Comunicación Pública, completan la nómina. La primera forjó una relación de confianza con el Gobernador durante su paso por el Congreso, quien le dio una señal de apoyo luego de la derrota electoral en Mar del Plata. La segunda, responde a la retribución por un trabajo leal e incansable de Rey, sobre todo al ponerse al hombro la campaña electoral que lo llevó a todos los rincones de la provincia de Buenos Aires. 

Teresa García, la madrina política que apostó todo por el Gobernador

Nació en San Isidro, el 9 de febrero de 1956. Llegó a la política de la mano de Antonio Cafiero, como parte de la llamada Renovación Peronista. Justicialista de pura cepa, bautizó a su perro “Pocho”. Entre 1991 y 1999 fue legisladora provincial, diputada nacional de 2005 a 2013 y senadora bonaerense entre 2017 y 2019, cuando ofició de presidenta del bloque de Unidad Ciudadana. 

Tiene una hija y una nieta, quien es su mayor adoración; la acompañó durante su jura como ministra de Gobierno de Axel Kicillof en el teatro Coliseo Podestá de La Plata. “Ella dice que su mejor elección política es haber apostado por Axel desde el día cero”, revelaron a La Tecla desde su entorno. 

Trabaja como mano derecha del Gobernador; es más, fiscalizó toda la elección que lo llevó al cargo. Quienes mejor la conocen valoran su capacidad de orden y mando. “Cuando se reunía con los fiscales en campaña se juntaban en un salón que está en calle 10 y 55. Los distritos donde había internas tenías a los apoderados de todas las listas, todos juntos en un mismo lugar esperando. Se empezó a poner denso. Teresa se subió a la escalera y empezó a gritar: ‘Compañeros, a ver si nos tranquilizamos y nos ordenamos...’”, agregaron.

Es una mujer reservada, no le gusta la parafernalia ni andar rodeada de gente; sólo convoca a sus colaboradores si son estrictamente necesarios. “No anda con un séquito, lo detesta”, aseguran. Tiene el mismo equipo de trabajo desde hace casi 20 años, integrado por gente de su confianza.

Agustina Vila, cultora del bajo perfil

Es la dirigente con el perfil más bajo de todo el equipo que comanda Axel Kicillof. No tiene cuentas públicas en las redes sociales, sólo una cerrada en Facebook, donde comparte el día a día con su círculo más cercano.

Politóloga, de 39 años, especialista en educación. Antes de ser designada como titular de Educación se desempeñó como secretaria académica de la Universidad Nacional de José C. Paz (UNPAZ). 

Llegó al equipo de Kicillof a través de una amiga en común, Cecilia Nahón, quien ya trabajaba con el Gobernador. Dicen que él la sumó de inmediato al notar su profesionalismo y capacidad de trabajo. Pronto se convirtió en una de las personas de mayor confianza de Kicillof, quien al poco tiempo la designó como jefa de Gabinete en el Ministerio de Economía. 

También fue parte del Centro de Estudios para el Desarrollo Argentino, la consultora que el exministro creó en 2004 y que fue el semillero del que salieron  varios de sus colaboradores.

Estela Díaz, histórica militante feminista

Casada con Diego Barreda (trabajador del Astillero Río Santiago) hace 25 años, vive en una casa que él construyó, con un jardín y una huerta comunitaria, que comparten con las y los vecinos de Ringuelet.

Nació en abril de 1963 en Villa Elisa, donde pasó gran parte de su infancia. Más tarde se mudó a esta localidad platense, donde reside actualmente. Es una militante social, sindical y feminista, integrante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. 

Iba a ser la secretaria de Políticas de Género del Ministerio de Nación. “El domingo 8 de diciembre, Kicillof la llamó, le dijo que ya había hablado con Elizabeth Gómez Alcorta y que le proponía sumarse a su equipo. Ella le dijo que encantada, le preguntó en qué lugar, y él le dijo que iba a crear el Ministerio de las Mujeres y que ella era la ministra”, revelaron a La Tecla desde su entorno.

El vínculo con el Gobernador es directo con él, se comunica constantemente con Axel. Se conocen hace muchos años, por articulaciones entre las áreas de investigación de la CTA y el equipo que Axel integraba con Eduardo Basualdo sobre temas de trabajo y economía.

Fernanda Raverta, una vida marcada por la tragedia, la política y el trabajo social

Nació el 25 de noviembre de 1976. Está casada con Pablo Obeid, con quien tiene dos hijas. Es licenciada en Trabajo Social, recibida en la Universidad Nacional de Mar del Plata.

Entre 2000 y 2010 se desempeñó en la Secretaría de Niñez, dependiente del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia de Buenos Aires. Luego asumió la jefatura de la flamante UDAI Puerto Mar del Plata, que depende de la ANSES. 

Fue diputada provincial entre 2011 y 2015, año en que asumió una banca en la Cámara de Diputados de la Nación, donde compartió bloque con Axel Kicillof. 

Es hija de María Inés Raverta, integrante del movimiento Montoneros, secuestrada y 

desaparecida por oficiales del Ejército Argentino en Lima (Perú), en el marco de lo que se denominó Plan Cóndor. Vivió dos años en Cuba junto a su padre, Mario Montoto, y su pareja, Adela Segarra (exdiputada K), quien se convirtió en su madre adoptiva y referente política.

“Tengo una vida igual a la de todos. Un día en Mar del Plata, me levanto retemprano; por lo general ten-go una agenda con una reunión territorial, una institucional y una política con alguna organización o sindicato. Trato, pero me cuesta bastante, nadar, que es lo más me gusta hacer en términos de actividad física. Luego cocino y hago las tareas de mi casa, como cualquier persona”, reveló en una entrevista reciente con La Tecla.

Desde su entorno afirman que es una incansable trabajadora, y que llegó a la Provincia con la bendición de Cristina Kirchner. 

Jésica Rey, alegre y metódica: la voz de Kicillof que tomó vuelo propio

Platense de nacimiento, no se movió de su ciudad hasta 2011. Vivió un tiempo en Capital Federal, pero ahora volvió a las diagonales para asumir al mando del Ministerio de Comunicación Pública.

Quienes mejor la conocen, la describen como alegre, familiera, siempre dispuesta a escuchar y buscar una solución. “Jesi” (como le dicen su familia y amigos) recorre todas las oficinas y se fija en los detalles, para que todos estén bien a la hora de trabajar. 

Le gusta leer, caminar para “bajar la adrenalina” y viajar a Carlos Paz con sus amigas. Criada en una familia de clase media: su padre era un taxista hincha de Gimnasia y Esgrima La Plata, y su madre, una ama de casa trabajadora.

Estudió Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de La Plata. No fue su primera opción. Antes pensó en estudiar el Profesorado de Historia, hasta que decidió ingresar en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social, en 1999. Quienes compartieron aula con ella, la recuerdan como una alumna muy aplicada.

En 2004 empezó a trabajar en la Casa de la Provincia de Santa Cruz, donde quedó atrapada por la figura de Néstor Kirchner, de quien recuerda su discurso de asunción en 2003, porque fue un punto de inflexión en su manera de ver la política. 

En 2011 la convocó Axel Kicillof (en ese momento secretario de Política Económica) a trabajar a su lado. Desde entonces es la vocera y parte del círculo íntimo. Fue su voz en la Cámara de Diputados, y formó parte del equipo que recorrió toda la Provincia en el famoso Clio, propiedad de Carlos Bianco. 

Mara Ruiz Malec, fanática de “la Villa”, economista y de perfil técnico

Nació el 1 de febrero de 1985 en la Ciudad de Buenos Aires. Sus padres, sin embargo, son de Berisso, por lo que tiene muchos amigos en el distrito y, además, es hincha de Villa San Carlos. “Es muy fanática”, afirmaron a La Tecla desde su entorno. Recientemente, la ministra recibió de parte del club celeste una camiseta autografiada por todo el equipo. 

“Durante su adolescencia salió mucho a bares y boliches de La Plata y Berisso. Solía venir a La Plata a ver bandas, tuvo una época rolinga. Le gusta mucho el rock”, revelaron sobre quien hoy es la ministra de Trabajo. Se casó hace muy poco, antes de las elecciones de octubre de 2019.

Ruiz Malec es economista, recibida de la UBA, y está cursando una maestría en Desarrollo Económico por la Universidad de San Martín.

Es miembro del Instituto de Trabajo y Economía (ITE) de la Fundación Germán Abdala. Conoció a Axel Kicillof en el Ministerio de Economía, donde ingresó como asesora. Allí entablaron una excelente relación, que continuó cuando él asumió como diputado nacional; por eso, el Gobernador la convocó para que se hiciera cargo de la cartera laboral.

El año pasado, además, debutó como columnista de análisis en el portal de noticias Cenital. Escribe sobre temas de empleo, industria, producción y economía.

Quienes mejor la conocen aseguran que tiene una personalidad tranquila, con mucho sentido del humor y que pocas veces se la ve enfadada. “Parece que nunca se enoja por nada”, aseveran.

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