Las mujeres y Chávez, un vínculo intenso

Creció criado por su abuela; sus hijas mayores no se separaron de él en la larga convalecencia en La Habana

Por Rubén Guillemi |

De chico escapaba corriendo de los ataques de furia de su madre para esconderse en el huequito que su abuela le tenía reservado en un armario. Desde aquel entonces, las mujeres en la vida del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez fueron siempre tormento y refugio.

En la guardia pretoriana montada en sus últimos meses junto a su lecho de enfermo, estuvieron, sin apartarse un momento , sus hijas Rosa Virginia y María Gabriela, nacidas de su primer matrimonio. Ellas mantuvieron, además, a distancia prudente a la impredecible segunda esposa del presidente, Marisabel Rodríguez, una ex locutora que protagonizó, en 2003, un escandaloso divorcio.

Chávez tenía un hijo, Huguito Jr., de 29 años, pero la relación con su único hijo varón siempre fue muy conflictiva. En el círculo íntimo afectivo del comandante sólo había lugar para las mujeres.

Cuando el presidente tenía apenas 23 años, se casó con Nancy Colmenares, mujer de una familia humilde de Sabaneta de Barinas, con la que, en 15 años, de convivencia tuvo tres hijos: Rosa Virginia (34 años), María Gabriela (33 años) y Huguito.

Pero al mismo tiempo tuvo una conocida relación con la historiadora Herma Marksman, un vínculo que duró alrededor de diez años.

"Tú ya sabes en qué ando. Tengo una doble vida. Una dentro del ejército y otra clandestina. Yo quiero que me acompañes no sólo en este proyecto para cambiar el país, sino para toda la vida", le dijo Chávez a Marksman, en 1984, según recordó la propia historiadora en una entrevista.

Cuando llegó a su vida Marisabel, en 1996, Chávez ya era el "comandante". La pareja tuvo una sola hija. Rosinés, hoy de 15 años.

Chávez nunca fue demasiado tímido para hablar de ningún tema, y tampoco de su energía sexual.

El Día de los Enamorados del año 2000 utilizó su programa radial Aló presidente para enviarle un mensaje a su esposa. "¡Marisabel, prepárate, que esta noche te voy a dar lo tuyo!"

Realidad o fantasía, la lista de amantes de Chávez fue extensa. Al igual que su carrera política, pasión y furia parecen ser los sentimientos que desataba el comandante en su alcoba. En palabras de la supermodelo británica Naomi Campbell, que tuvo varios encuentros con él: "Chávez no es un gorila, es más bien un toro".

Pero quien ventiló más secretos del dormitorio presidencial fue su ex jefe de Seguridad, Luis Pineda Castellano, que publicó en 2003 un detallado libro con las aventuras del líder. Allí asegura que Hugo generaba "furor" entre sus admiradoras.

Desde el último divorcio, no hubo ninguna relación oficial para el comandante. El círculo femenino se ciñó a su madre y sus hijas. Su madre, una maestra de escuela que aprendió a comportarse con los aires y el lujo de una reina, y sus hijas, con quienes vivió un renovado vínculo.

Hace seis meses, en la fiesta de 15 de Rosinés, Chávez sacó a bailar el vals a su hija mayor, Rosa Virginia. Cuando ella había cumplido los 15 eran tiempos duros y el líder estaba preso tras su intentona golpista. Por eso, cuando la enfermedad puso límites a tanta vida ajetreada, el comandante regresó al refugio seguro de sus afectos más cercanos. En pleno vals, papá Hugo se acercó a Rosa Virginia, la tomó de la mano y mientras bailaba le dijo: "Rosa, te lo debía".

Sus hijas, un refugio

Chávez tuvo tres mujeres y un varón en dos matrimonios

Rosa Virginia

34 años

Como encargada de varias cuestiones legales de su padre, permaneció junto a él en su lecho de enfermo hasta el último suspiro; su esposo, Jorge Arreaza, fue nombrado vicepresidente

María Gabriela

33 años

Alternaba el rol con Rosa Virginia, pero oficialmente fue ella la primera dama tras el último divorcio de Chávez; fogueada por tantos viajes, se la considera la heredera política de Chávez

Rosinés

15 años

Fue la más consentida. Por pedido de ella, Chávez cambió la orientación del caballo que figura en la bandera venezolana, que antes miraba a la derecha; hace un año se sacó una polémica foto con un fajo de dólares

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