Los tiempos cambian con las derrotas. También los ánimos. Así quedó demostrado ayer en el foro de intendentes de Cambiemos, que tuvo un arranque picante, con algunos cruces fuertes, y que se encauzó cuando la gobernadora María Eugenia Vidal llegó para el cierre, tras reunirse con su sucesor, Axel Kicillof, en La Plata.

El foro, que se realizó en la República de los Niños, en Gonnet, terminó mejor de lo que empezó, con discursos de unidad de los intendentes y arengas para sostener el espacio como baluarte opositor. Hasta hubo aplausos para Vidal y su vicegobernador, el radical Daniel Salvador.

Se avanzó en la idea de que el comando del oficialismo saliente quede en manos de una mesa política "horizontal" una vez que Vidal deje la gobernación y, como prometió, se tome "un tiempo personal". Esa meta tendrá cuatro lados, repartidos entre los representantes de los partidos que integran la alianza, los intendentes, los diputados y senadores.

No habrá cabecera, aunque algunos ya se mueven como si hubiera un interinato en la conducción. "Le demostramos a la gobernadora que somos 62 intendentes unidos, con ganas de trabajar en equipo. Tenemos una gran responsabilidad, somos los que representamos a este espacio político desde el trabajo que hacemos en las intendencias", dijo al cierre de la reunión Jorge Macri.

Pero el intendente de Vicente López quedó en el centro de las miradas por otra frase. "Este es un espacio donde ya no hay una gobernadora que nos representa", dijo Macri, y disparó las especulaciones. La frase completa, sin embargo, aludía al escenario 2020: "Nadie puede representar todo lo que somos, así que va a ser la unidad de muchos la que nos represente en la relación con el gobierno provincial y nacional".

Antes de la llegada de Vidal, hubo un altercado iniciado por las críticas de Cecilio Salazar, intendente de San Pedro y hombre de la Uatre. Según a quién se pregunte, las críticas apuntaron al funcionamiento de la mesa política, a Vidal y los suyos por "llenar" de nombres propios las listas de legisladores, o a Macri, por esta misma razón. Los nombres y el modo en que se designen las nuevas autoridades en los bloques legislativos darán una pista de cómo se dirimirá esa puja.

El ruido se apagó cuando llegó Vidal, coincidieron los impulsores de las distintas versiones. Como contó LA NACION, Vidal repitió el planteo que hizo antes a los legisladores del oficialismo: más que el liderazgo, lo importante es la unidad. "Si se desarman, el negocio lo hacen ellos", señaló, en alusión al kirchnerismo.

El mayor aplauso lo recibió al elogiar a Salvador. "Que yo sepa, no hubo mejor funcionamiento entre gobernador y vice en la historia. Y eso es mérito de Daniel, porque yo soy brava", cerró, entre risas.