Muerte digna, un tema que vuelve a dividir a Neuquén

Muerte digna, un tema que vuelve a dividir a Neuquén

Especialistas en bioética e impulsores de la ley analizan el caso Marcelo Diez.

 La de Marcelo Diez fue una causa emblemática y compleja que dividió a la sociedad neuquina, desde el mismo momento en que las hermanas del hombre que estuvo en estado vegetativo irreversible por más de 20 años pidieron la suspensión y el retiro de todas las medidas de soporte vital que lo mantenían con vida en forma artificial.

Tras el accidente ocurrido en octubre de 1994, que le generó serias lesiones y un virus intrahospitalario que lo dejó finalmente en estado vegetativo permanente, Marcelo fue llevado a la casa de sus padres, quienes hicieron todos los esfuerzos posibles para lograr que saliera del gravísimo cuadro en el que se encontraba. Pero eso no sucedió. Su familia se dio cuenta “de que no iba a haber un regreso de Marcelo”.

La muerte de sus padres llevó a sus hermanas, Andrea y Adriana, a comenzar una lucha que las llevó a internarlo en Luncec, donde permaneció hasta mediados de junio de este año, cuando fue trasladado a otro centro de salud por su delicado estado. Allí finalmente murió el martes, pocas horas después del histórico fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que autorizó la aplicación de la ley de muerte digna a su caso, una resolución que desde 2009 sus hermanas venían reclamando.

Diversos comités de bioética y profesionales vinculados al tema avalaron a lo largo de estos años la decisión de dejarlo morir dignamente; del otro lado surgió la negación de quienes se oponían. De esta manera, el caso llegó a la Justicia.

Impulsores de la ley de muerte digna y reconocidos profesionales vinculados al área de bioética analizan y reflexionan sobre este emblemático caso, del que habló todo el país, y de sus posibles consecuencias.

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