Moyano suma a la UCR, a la izquierda y al PJ disidente

Moyano suma a la UCR, a la izquierda y al PJ disidente

Irán a la Plaza de Mayo con la CGT y la CTA opositoras; salarios y Ganancias, principales reclamos

Por Nicolás Balinotti |

Contra el reloj, Hugo Moyano gestiona en persona la incorporación de nuevos adherentes para la protesta de mañana en la Plaza de Mayo. Después de anudar ayer acuerdos con la UCR, el PJ disidente y con un sector de la izquierda, el jefe de los camioneros salió a condicionar la negociación de la CGT oficialista por futuros beneficios salariales y tributarios.

"Por lo que sé, hasta ahora no lograron nada. Pero cuidado que los logros, en todo caso, serán de los que reclamamos", chicaneó Moyano a sus rivales de la otra central, que anoche fueron recibidos en la Casa Rosada por funcionarios kirchneristas.

Y ante las versiones de una posible suba del mínimo no imponible al impuesto a las ganancias, Moyano precisó: "El aumento no debería ser menor al 40%, ya que hace dos años que no lo actualizan y deberían contemplar la inflación. Si no, sería una burla para los trabajadores".

También rechazó de antemano cualquier pacto social que pueda sellar la otra central, junto con el Gobierno y las cámaras empresariales. "No hay garantías porque no me imagino al Indec respetando el acuerdo. No sería serio porque los porcentajes que manejan nada tienen que ver con la realidad. Estamos en el horno si el Indec fija los salarios", dijo Moyano, al cuestionar la reunión que la semana pasada mantuvo el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, con la CGT de Antonio Caló y un grupo de empresarios aliados.

Enfrentado abiertamente al Gobierno, Moyano anunció que profundizará su metodología de protestas "si es que no hay respuestas" a sus demandas, que, curiosamente, no distan demasiado de los pedidos que planteó la central obrera oficialista.

Moyano, la CTA disidente de Pablo Micheli y la CGT Azul y Blanca de Luis Barrionuevo convocaron a la protesta de mañana en la Plaza de Mayo, que comenzará a las 17.

Entre el rosario de exigencias, se destaca "un aumento de emergencia" para los jubilados; universalizar el beneficio de las asignaciones familiares; eliminar o elevar el umbral del mínimo no imponible al impuesto a las ganancias; un plus salarial de 4000 pesos, y activar un mecanismo de pago de los fondos que el Estado les retiene a las obras sociales sindicales.

"Levantamos las mismas reivindicaciones que nos llevaron al paro el 20 de noviembre pasado, porque ninguna de ellas ha sido resuelta. Al contrario, hemos recibido todo tipo de descalificaciones por parte de la Presidenta, que desestimó la protesta", se quejó Micheli.

En un intento por cruzar las fronteras de la militancia gremial, Moyano amplió la convocatoria hacia los sectores medios y no alineados a su central. Hubo gestiones para sumar a partidos políticos y a los caceroleros que orquestaron las movilizaciones antikirchneristas del 13-S y del 8-N. Dio más detalles Eduardo Buzzi, de la Federación Agraria, que acompañó ayer al jefe camionero durante una conferencia de prensa en la sede de Azopardo 802.

"Es una convocatoria que hace el movimiento obrero a toda la sociedad y a todos los agredidos por este modelo económico, que está en vía de extinción. El Gobierno tiene que escuchar a todos", dijo Buzzi, que defendió los contactos con los caceroleros.

Visitaron ayer la CGT, los dirigentes radicales Ricardo Alfonsín, José Cano y Ricardo Gil Lavedra. Moyano los sorprendió con un gesto que puede ser una metáfora del momento: colgó en la sala un cuadro con el histórico abrazo entre Perón y Balbín..

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