Moyano perdió el control de $ 11 mil millones por pelearse con Cristina

Es lo que mueven por año las “cajas” que el Gobierno les quitó al sindicalista y sus aliados y amigos. No incluye el Belgrano Cargas.

Por Emilia Delfino

La pelea con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner le costó a Hugo Moyano y sus aliados más de 11 mil millones de pesos por año. Es la cifra que resume, al menos, las “cajas” que el líder sindical y su entorno manejaron hasta este año, y que fueron arrebatadas por el Gobierno.

La cifra es preliminar porque no contempla la última pérdida del Sindicato de Camioneros: su participación en el ferrocarril Belgrano Cargas. El gremio tenía el 6 por ciento de las acciones. La empresa fue intervenida por el Gobierno. Ni el Misterio de Transporte ni el moyanismo informaron a este diario cuál es el valor de ese porcentaje.

La mayoría de los fondos eran producto de la alianza con el ex presidente Néstor Kirchner y fueron cayendo, uno a uno, luego de su muerte, y especialmente en los últimos meses.

En 2003, Moyano puso en la Subsecretaría de Transporte Automotor a uno de sus hombres de mayor confianza: Jorge “Gallego” González. Este año, el presupuesto para el área fue de 9,4 mil millones de pesos. González presentó su renuncia este año.

Toma y daca. Moyano se garantizaba su equilibrada alianza con los empresarios del transporte gracias al Régimen de Fomento de la Profesionalización del Transporte de Cargas (Refop). Se aseguró que el Estado subsidiara las cargas patronales de los camioneros, que volvían al bolsillo del patrón. A las empresas les salía gratis tener a los camioneros en blanco, y así el gremio los tenía afiliados y podía negociar aumentos salariales únicos. Además, si las empresas cobraban, una parte debía ser ”donada” a la Mutual de Camioneros, que dirige Pablo Moyano.

Este año, Cristina anunció que lo suprimía: eran entre 800 y mil millones anuales reintegrados. A cambio, dio créditos a las empresas para comprar camiones. El gremio no tuvo premio consuelo.

En 2006, Kirchner había dado otra concesión central para Moyano: el manejo de los fondos de las obras sociales. El líder camionero puso a varios de sus hombres de confianza al mando de la Administración de Programas Especiales, el organismo encargado de distribuir los fondos. Este año, cuando el presupuesto alcanzó los 1.100 millones de pesos anuales, renunció el último.

Otra de las “cajas” perdidas es la de los exámenes psicofísicos. Hasta este año, el Estado había subsidiado con al menos 60 millones de pesos anuales a la obra social de Camioneros para que realizara los exámenes físicos y psicológicos de los camioneros que deben obtener o renovar su Licencia Nacional Habilitante.

Amigos. Un apartado en las “cajas” del moyanismo y sus amigos es la de los empresarios aliados. Hace unos meses, dos amigos y fieles aliados de Moyano, Gustavo Elías y Daniel Llermanos, se vieron obligados a vender su empresa Ivetra. La empresa, montada con la venia de Moyano, cobra un peaje en dólares por cada contenedor que ingresa al puerto. Randazzo se encargó este año de que la empresa dejara de estar en manos moyanistas.

Covelia, la empresa de recolección favorita de Moyano, también viene sufriendo bajas financieras. Había crecido y desplazado a la competencia gracias al apoyo de los camioneros. Los intendentes habían denunciado presiones para contratarla a precios altos. Este año, ya perdió el contrato en San Miguel, de 48 millones de pesos anuales, y va en camino de perder otros 130 millones anuales cuando Quilmes municipalice el servicio.

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