La temperatura rozó ayer los 27 grados, pero el cielo estuvo cubierto y la jornada se mostró algo ventosa. El clima también está en deuda esta temporada.

"Una golondrina no hace verano", reza el refrán popular que parece resumir el análisis de muchos de los actores del sector turístico en esta temporada. El que culminó fue el cuarto fin de semana del año, considerado como el más convocante de enero, y se notó un cierto repunte en cuanto a la ocupación hotelera y la llegada de turistas a la ciudad. Y, aunque desde el sector aclararon que no logró revertir la tendencia, se mostraron optimistas en cuanto a la última semana de enero y a febrero, que esperan que traccione asistencia montado al caballito de los descuentos en la mayoría de las tarifas.

"El registro de alojamientos en casas de familia anduvo muy bien, tuvimos mucha demanda de los llamados espontáneos, aquellos que llegaron sin reservas y no encontraban lugar para dormir", explicaron fuentes oficiales del Ente Municipal de Turismo (Emtur).

Los hoteleros trabajaron con una ocupación promedio, en todas las categorías, que rondó "el 95 por ciento", en tanto que los establecimientos de mayor categoría ostentaron un lleno total. Claro que el promedio de estadías sigue sin crecer.

"Estamos en unas 3 noches y 4 días, promedio, aunque también hay contingentes que llegan desde el interior del país, con un paquete comprado por una semana", describieron desde dicho sector.

Ya desde el viernes pasado se notó una mayor afluencia turística, no sólo en las playas, sino en las calles de la ciudad y sobre todo en el caótico y por momentos insufrible tránsito vehicular.

Incluso, el sábado y ayer -en menor medida- se volvieron a registrar los embotellamientos en determinados sectores de la costa y, especialmente, en la ruta interbalnearia que conduce a los balnearios ubicados al sur del faro.

Aliciente

Las colas en las veredas de algunos restaurantes "a la hora pico" para cenar también funcionaron como demostración del mayor movimiento. "Me dicen los compañeros que anduvo bastante bien, es un aliciente para la temporada mala que estamos viviendo", reseñó la titular local de la Unión Trabajadores Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (Uthgra), Mercedes Morro.

La dirigente gastronómica se mostró optimista de cara "a lo que queda de enero y esperemos que febrero nos sorprenda gratamente como el año pasado".

En tanto, desde el Colegio de Martilleros local calcularon que durante el fin de semana pasado la ocupación de las viviendas promedió "el 80 por ciento. En el micro y macro centro tenemos casi todo alquilado", detalló el titular de la entidad, Miguel Donsini.

Aunque el martillero reconoció que la temporada "no es lo esperado", mostró su optimismo porque "hay más gente" pero no sacó los pies del plato: "Con un fin de semana no revertís la tendencia".

Los alquileres mensuales y quincenales quedaron atrás en el tiempo y la tendencia, ya desde hace algunos años, es similar a lo que viven los hoteleros: estadías cortas.

Así, el promedio de los alquileres es de "7 días, como máximo", aunque reiteró su esperanza en el comportamiento que puede registrar el mes entrante. "Esperemos que febrero venga bien", dijo. Vale recordar que los alquileres en ese mes, a comparación con enero, se reducen en un 30 por ciento promedio.

Clima

Una materia pendiente sigue siendo la climática, ya que las condiciones del domingo no fueron las óptimas con viento noreste durante gran parte de la jornada. "El clima no ayuda y nuestro negocio depende exclusivamente de ese factor", explicaron desde la cámara que nuclea a los empresarios de alquiler de sombra. El sábado no hubo ráfagas, pero la máxima apenas superó los 21º.

A pesar del intenso viento, ayer hizo más calor -al mediodía el termómetro marcó 26º- y la humedad se notó en el aire, pero hacia el final de la tarde volvió a aparecer la inestabilidad que, según el pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), se extenderá hasta hoy.

Después del mediodía las condiciones tenderían a mejorar, con viento sur que ayudará a despejar el cielo aunque la temperatura descenderá. La máxima está estimada en 24º, según el SMN.

Conciertos musicales y el súper clásico fueron parte de un amplio menú de actividades que ofreció la ciudad el fin de semana pasado, lo que ayudó a motorizar los traslados de los turistas.

Servicios de micros

Esa movilización incrementó el ir y venir en la estación terminal de ómnibus, con el registro de "775 servicios, entre entradas y salidas, para ambos días. Ayer (por el sábado) hubo más arribos que salidas y hoy (por ayer) la ecuación se da al revés", explicó Fernando desde la torre de control.

Aunque hubo "más de 100 adicionales", no se alcanzó la cifra de servicios registrada el anterior fin de semana, que coincidió con el recambio quincenal. En esa oportunidad "hubo 890 servicios diarios".

De todas formas, el movimiento promedio es similar a otros veranos, ya que durante la temporada baja esos servicios bajan a "unos 400/450 servicios diarios", compararon desde la torre de control.

Si bien todavía no se dieron a conocer estadísticas oficiales, desde la cartera de turismo de la ciudad se mostraron exultantes porque "la percepción es muy buena" en cuanto a la ocupación que registró la ciudad el fin de semana pasado.

"El viernes tuvimos 600 pedidos de alojamiento en casas de familia y ayer (por el sábado) a las 5 de la mañana ya había cola para conseguir lugar", señalaron desde el Emtur.

En ese sentido, analizaron que "hubo mucho espontáneo, que llegó sin reserva" y estimaron que la posibilidad de extender las estadías en "La Feliz" dependerá "en muchos casos, exclusivamente del clima".

El verano, parece, quiere estallar. El calor estuvo casi ausente, pero la gente llegó. Habrá que ver si se queda.