Sin mostrar sus cartas, Massa acelera la alianza con Cristina

Sin mostrar sus cartas, Massa acelera la alianza con Cristina

Sergio Massa pasa de la euforia al desaliento. Aún no tomó la decisión final sobre su futuro electoral y, antes de hacerlo, escucha a todos. 

Por estas horas, está convencido de que el camino para competir contra Mauricio Macri es el acuerdo de una gran interna con el kirchnerismo, pero un dirigente cercano le dice que la negociación con Alberto Fernández y Cristina Kirchner no debe ser ahora, si no después de las elecciones generales, cuando puede ofrecer sus votos para el ballottage. Esto lo hace dudar y se desanima, pero enseguida recibe mensajes de dirigentes bonaerenses que se muestran exultantes por la unidad y recobra el ánimo. Fuma más que hace unos meses, mientras hace números y pone nombres en una hoja. En este cierre de listas, necesita que la negociación lo lleve a conservar la estructura que mantiene y amenaza con dejarlo: legisladores nacionales, provinciales y un puñado de intendentes y concejales. ¿Qué lugar hay para él en el kirchnerismo? En las oficinas de la Avenida del Libertador ayer hacían todo tipo de especulaciones mientras él insistía con competir como candidato a presidente. “En una boleta está Cristina, Kicillof en la otra y posiblemente Máximo en otro tramo. Son siempre los mismos”, escribe el líder del Frente Renovador a un dirigente kirchnerista que quiere intermediar en la negociación. De todos modos, se muestra abierto al diálogo. El domingo dejará por un rato la política para asistir al partido que Tigre juega contra Boca en Córdoba, pero el lunes se reunirá con la mesa de acción política para coordinar las negociaciones con el kirchnerismo. Espera tener reglas de juego claras en un mano a mano con Cristina. Sabe que no quedan muchos espacios y que su pedido de que finalmente la senadora de Unidad Ciudadana desista de su candidatura a vicepresidenta ya quedó descartada. Cristina también rechazó la idea que le llevaron Alberto Fernández y Máximo Kirchner semanas atrás de que el tigrense encabece la fórmula a gobernador. “Hubiese venido dos meses antes, la candidatura esa es de Axel y no hay vuelta atrás”, le respondió la senadora a ambos. “Cada minuto que pasa y sigue especulando, se le cierran más la posibilidades”, dicen en el Instituto Patria sobre las conversaciones con Massa. Pero advierten: “Nosotros lo queremos adentro ahora”. Sobre la posibilidad de que el acuerdo se dé después de la elección general a la que se presentaría con Alternativa Federal, cerca de Alberto Fernández dicen: “Solo Juan Domingo Perón en 1957 logró que sus votantes acompañaran el pedido del voto en blanco, desde entonces a los ciudadanos no les importa lo que llaman a votar los dirigentes, su apoyo después de una general no vale de nada”. Mientras la mayoría de los dirigentes lo presionan para que acuerde con el kirchnerismo, otros como Graciela Camaño le señalan que debe ratificar su pertenencia a Alternativa Federal. En la mesa chica del massismo entendieron que la anécdota de Camaño en el congreso del Frente Renovador no fue de una dirigente afectiva. “Cayó a Parque Norte a marcarle la cancha. Le envió dos mensajes, primero: que el mocoso se acuerde que a los 17 años dijo que quería ser presidente y no gobernador. Y el segundo, que piense bien si un hombre de bien como él, se va a ir con los chorros del kirchnerismo”, dicen cerca del ex diputado. Ma-ssa sabe que no puede tomar las decisiones en soledad, Camaño y algunos empresarios le advierten sobre los pasos que debe dar. Sus socios de Alternativa Federal están desconcertados. “El martes lanzamos la interna, pusimos las condiciones y duró apenas dos días”, dice uno de los fundadores del espacio que integran Juan Schiaretti, Juan Manuel Urtubey y Miguel Pichetto. En privado, les asegura que sigue en el espacio. Teme que Cristina le termine cerrando la puerta en la cara y deba volver a la tercera vía. 

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