El empresario de seguros y ex titular de Independiente aceptó el diálogo con este Diario y detalló aspectos de su nueva función.

-De reuniones que haya tenido con presidentes de clubes, ¿qué inquietudes surgieron?

-Las primeras charlas las tuve con Ezequiel Lester, de Ferro; y con Pablo Bossio, de Santamarina. Y hubo dos reuniones con los clubes. Se me preguntó sobre los proyectos que podía tener y yo explicaba que no podía definirlo del todo hasta que no estuviera adentro.

Otro de los temas fue el de la competencia conjunta con las ligas de Rauch, Ayacucho y Benito Juárez. En mi concepto, desde afuera, me entusiasma mucho ese torneo, porque los chicos empiezan viajando y ganando roce. Después escuché voces de directivos de clubes, en referencia a los gastos que origina.

-¿Lograron convencerlo de eso o sigue defendiendo la Unión Regional Deportiva?

-Yo trato de consensuar y de atender todas las inquietudes que surjan. Sigo opinando que la unión de ligas debe ser algo positivo, aunque tal vez haya que hacer retoques para mejorarla.

Mi idea es tratar de escuchar, tanto en ése como en otros temas. A partir de ahí, hacer los mayores acercamientos posibles.

-¿Ha hablado con los clubes sobre la falta de cantidad de campos de juego?

-Realmente es otro de los temas preocupantes. No sé si estará a nuestro alcance, pero algo habrá que hacer para que cada club tenga su lugar para jugar.

-¿Cómo es la situación de los actuales secretario y tesorero?

-Miguel Cenoz ya me expresó que está dispuesto a seguir como secretario, algo que sería muy importante. Y Ramiro Di Fonzo no continuaría en la función de tesorero, ya que pretende jugar al fútbol. De todos modos, estaría asesorando a quien lo reemplace. Realmente me encontré con un ambiente muy lindo, con intenciones de armonizar y trabajar juntos.

-¿Qué postura notó en quienes están dejando los cargos actualmente?

-Encontré la mejor intención de colaborar. Tanto con Luis Quintela como con Marcelo Cifuentes tuve largas charlas, en las cuales me explicaron distintos aspectos de las funciones.

-¿En qué lugar ubica a Santamarina con respecto a los demás clubes, teniendo en cuenta su privilegiada situación en lo deportivo?

-No debemos desconocer que está representando a Tandil en un nivel muy alto, pero eso no va en desmedro del resto de las instituciones. La idea es que Santamarina esté bien y que los demás clubes no sean perjudicados.

-¿Está al tanto de cómo marcha el tema de la demorada construcción de las tribunas en el estadio San Martín?

-Solamente por versiones. Me parecía inoportuno averiguar detalles, cuando todavía no era presidente de la Liga. Tengo reuniones pendientes para conocer los convenios existentes y ver cómo están encaminadas las cosas.

-¿Cómo fue aquel contacto con Miguel Lunghi, que lo avaló para llegar a la presidencia?

-Cuando yo desistí de la posibilidad de volver a Independiente, al saber que Osvaldo Dadiego tenía intenciones de continuar en la presidencia, retomé la idea de sumarme a la Liga. A todo eso, el intendente Lunghi me dejó un mensaje de que quería charlar conmigo, en una reunión de la que también participó Ezequiel Lester. Lo concreto fue que me dijo que conocía la situación, que había consenso de parte de los clubes y que le gustaría que yo fuera presidente. Me aclaró que no tenía porqué meterse, pero que en su opinión sería interesante mi presencia en ese cargo, porque soy apolítico, tengo apoyo en general y experiencia en la dirigencia. Ahí me decidí a intentarlo.

-¿Ese apoyo del Intendente puede ser beneficioso?

-No sé cómo es el funcionamiento, pero no hay dudas de que voy a hacer todo lo posible para que haya apoyo. Porque en definitiva, el fútbol de Tandil es parte importante de la ciudad. Siempre dentro de lo posible, la actuación de nuestros equipos debe ser valorada por el Municipio. Hoy le toca a Santamarina, pero las demás instituciones también pueden llegar.