Como era de esperar, Moria Casán no se iba a quedar en el molde tras la reiterada acusación de Andrea Rincón de que la diva cobraría peaje a "sus chicas": "Se confunde con la ficción. En la ficción hago siempre de madama, regenteo taxi boys y prostitutas", afirmó con toda la intención de descalificar a la joven vedette.

En verdad la pelea data de un año atrás, cuando Rincón ingresó a la competencia de Bailando por un Sueño gracias a Moria Casán que oficiaba de jurado. Según Rincón: "Moria me dijo: 'Yo no soy tu mamá adoptiva ni nada, dame el 50 por ciento'". El martes Rincón insistió con que Moria cobraba peaje a las chicas: "A Moria le gusta cobrarle porcentaje a la gente, como a Xipolitakis", y ayer la diva le contestó en Desayuno Americano.

"Lo único que conozco de ese apellido (Rincón) es que es el lugar más desagradable de la casa. Era el lugar donde nos mandaban a cumplir la penitencia cuando éramos chiquitos. Yo, a mis perritos, les hago hacer pipí y popó en ese lugar de la casa", contestó con ironía Moria Casán. Para la diva no tiene sentido alguno hablar de igual a igual sobre una riña que data del año pasado. "Como jefa de prensa cobro muy caro, no voy a contestar más de esto", así la diva cortó por lo sano un nuevo enfrentamiento con Rincón.

Quien sí salió al cruce de Rincón fue la misma Victoria Xipolitakis, quien integra el elenco de la revista Escandalosas junto a Moria y Carmen Barbieri: "Moria es lo más. Es una gran persona al igual que Carmen. Esa piba es una desagradecida, yo no le pago a nadie de mi sueldo. Jamás pagué para que me consigan trabajo. Siempre me pagaron para trabajar. Es mentira que Moria cobre, jamás supimos que le pagaran por eso. Moria siempre fue generosa con todos. Rincón miente mal, está enferma".

La polémica, sin embargo, se derivó hacia el lado familiar de Rincón. Moria habló y puso un límite. En sus declaraciones tomó el tema en sorna y le quitó importancia.

En Infama (América) cuando se intenta retomar la pelea se lo hace por el lado de un ex novio, Carlos Mansilla, a quien Rincón lo denunció por violencia de género y sobre él pesa una orden judicial que debe mantener una distancia mínima de cien metros de la vedette.

Cuando se suponía que Rincón y Moria iban por el segundo round, la pelea se desvaneció con la intervención del ex novio porque el martes en Intrusos Rincón insistió que su ex le pegó y por eso había acudido a la justicia.

Por primera vez, Mansilla dio la cara y apareció en Infama para defenestrar a quien fuera su novia entre 2009 y 2011: "Yo volví a formar familia. Nunca más la llamé. Ella tiene problemas, miente con su historia personal. Nunca vivió en la calle, su padre la echó porque ella lo basureó porque era un cornudo. Yo volví a formar pareja y ayer en Intrusos la escucho a esta chica, que sigue mintiendo y quiero que se saque la careta. Dejamos de salir porque ella era una adicta a las drogas. Se solía poner loca, revoleaba las cosas, gritaba y desaparecía".

El empresario contó que "parte de la familia de Rincón trabajó conmigo y ellos pueden contar a los escándalos a los que me sometió: gritos, peleas, estoy harto de sus acusaciones y va a tener que demostrar todo lo que dice de mí. Yo mido casi dos metros, te imaginás si le pongo una mano encima. Pienso pedir pericias psicológicas y una rinoscopía".

Pese a que Mansilla despotricó contra su ex y suavizó las denuncias por violencia de género, lo cierto es que la justicia se expidió y exigió que Mansilla mantuviera distancia de Rincón. A Moria le sirvió que la polémica se corriera al plano personal de la morocha infartante, que últimamente está en el tapete de las noticias por sus idas y venidas con su relación sentimental con el líder de la banda Miranda, Ale Sergi.