Afiches con su rostro aparecieron en el Gran Buenos Aires y en la Capital, pero él dice que no es el lanzamiento de su candidatura. Llamó a "no hacer antikircherismo", pero niega que, como dice la mayoría de los dirigentes radicales, sea un hombre cercano al Gobierno. Diez años después de las elecciones presidenciales en las que obtuvo el 2% de los votos, el radical Leopoldo Moreau relanzó ayer su corriente partidaria y llamó a construir "la alternativa que hace falta".

A través de un documento que difundió en paralelo con su campaña de afiches, el ex diputado hizo una evaluación del escenario político y emitió duras críticas al rumbo actual de la UCR. "La gente dice que no hay oposición. Pero lo que en realidad no existe es la alternativa que hace falta", dice el documento. En los afiches, se postuló como "la otra oposición" y como "una voz alfonsinista".

Tras enumerar una serie de cuestiones que valora del Gobierno, como "la autonomía del Estado en la toma de decisiones respecto a la influencia de las corporaciones", y otras que critica, como el nivel de inflación, Moreau apeló a la siguiente fórmula: "No queremos hacer antikirchnerismo, queremos hacer radicalismo".

En diálogo con LA NACION, Moreau negó que se tratara del lanzamiento de su candidatura y sostuvo, en cambio, que constituye un mensaje hacia adentro y hacia afuera del partido. No definió, sin embargo, si podía llegar a romper con la estructura de la UCR, de la que se mantiene alejado.

Sobre el aniversario de las elecciones en las que la UCR obtuvo el 2 por ciento de los votos, en 2003, manifestó: "No me causa agravio sino orgullo haber defendido «los trapos» del radicalismo cuando otros dirigentes se escondieron"..