Mitos y dudas sobre la donación de órganos

Existen muchos mitos en cuanto a la donación de órganos y tejidos y la falta de conocimiento y de información son una de las principales causas por las cuales no se toma conciencia sobre este acto de solidaridad que permite salvar o mejorar la calidad de vida de las personas.

Por tal motivo, el Hospital de Alta Complejidad a través del CUCAIFOR ofrece una guía con respuestas a diversos interrogantes en relación al tema.

Uno de los principales mitos es el temor a la limitación de los cuidados médicos hacia una persona que se haya manifestado previamente como donante de órganos.

Para que un enfermo llegue a la muerte encefálica y posteriormente a ella exista la posibilidad de la donación debe recibir los más altos cuidados médicos en pos de salvar su vida, todo lo contrario ocurriría si estos cuidados fuesen limitados la evolución seria hacia la parada cardíaca y pérdida de toda posibilidad de transplante.

Otro planteo común es la mutilación del cuerpo del donante una vez que se realiza la extracción de los órganos para ser transplantados. Este proceso se realiza a través de una intervención que conserva todos los recaudos necesarios de cualquier otro tipo de técnica quirúrgica sin alterar la apariencia externa del sujeto, no cambian ni el rostro ni otra parte del cuerpo tan solo permanecen las heridas suturadas de abdomen y tórax.

El cuerpo es tratado con máxima consideración y profundo respeto y es entregado a la familia para el funeral, el que se realiza con total naturalidad.

Hay personas que desean donar solamente un órgano y no todos; por eso cada uno puede especificar que quiere donar en todos los casos se respetará su voluntad.

Otros de los puntos a aclarar es el pensamiento de que los ricos y famosos avanzan en la lista de espera mientras que los demás deben aguardar más tiempo. Esto es erróneo. La posición en la lista de espera no tiene en consideración factores como la etnia, edad, ingresos y clase social. Por el contrario, es imprescindible el tipo sanguíneo, la urgencia médica, la ubicación geográfica, el tamaño del órgano y la compatibilidad de los tejidos.

La donación de órganos es un acto de amor solidario. Nadie puede percibir compensación económica por ello, así como tampoco nadie podrá exigir pago alguno por el órgano trasplantado.

Uno de los mayores temores que existe en cuanto a la donación es la posibilidad del tráfico de órganos. De acuerdo a la legislación argentina se exige que dos médicos certifiquen la muerte luego de dos evaluaciones con un intervalo de entre 6 y 48hs según el caso.

La complejidad necesaria en un operativo de transplante como así también la compatibilidad entre donante y receptor implican factores tales como grupo sanguíneo, pruebas sofisticadas de histocompatibilidad y coincidencia antropométrica que hacen muy difícil hallar un receptor para el órgano donado y mucho más aún, casi imposible un donante adecuado para un receptor. Los que hacen imposible concebir el tráfico de órganos.

El INCUCAI (Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante) es el organismo oficial que tiene autoridad para coordinar el proceso de donación-transplante y proceder a ejecutarlo. Ofrece todas las garantías de transparencia, idoneidad y discreción profesional para asegurar el acto altruista de la donación.

Desde el HAC el CUCAIFOR impulsa a la comunidad a tomar conciencia que las listas de espera para recibir órganos y tejidos continuarán aumentando si no se logra un mayor número de donaciones. Para resolver este problema hay que ser donantes y animar a las personas de su entorno para que también lo sean.

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