Un Mirage rompió la barrera del sonido y generó pánico en el interior de la provincia

Una explosión, sin origen identificable, interrumpió las actividades en diversas ciudades como Brea Pozo, Loreto, Atamisqui, Fernández, Herrera y Añatuya entre otras.
Las múltiples consultas de la gente movilizaron a la Policía y Gendarmería. Finalmente, la Fuerza Aérea aclaró lo sucedido.

Publicado el 08/03/2012 - Faltaban pocos minutos para las once de la mañana de ayer. Los chicos estaban en la escuela y los mayores en sus trabajos, preparando el almuerzo o realizando otros quehaceres. Pero por unos segundos, los pobladores de distintas ciudades y parajes del centro provincial dejaron de realizar sus actividades cotidianas. La causa fue el ruido de una estremecedora explosión que dejó paralizados a todos por unos instantes. Los que estaban afuera miraron hacia el nuboso cielo santiagueño, y los que estaban en viviendas, comercios, oficinas y escuelas corrieron hacia afuera y también buscaron la causa en el firmamento. Los únicos que corrieron hacia el interior de las casas a buscar refugio fueron las mascotas. El resto quería saber qué había ocurrido.

Todas las miradas fueron fijadas en el cielo. Es que de allí vino el estruendoso ruido que, además, hizo vibrar puertas, ventanas, muebles y hasta las plantas quedaron con sus gajos en movimiento por unos segundos, revelaron vecinos a EL LIBERAL. En este sentido, algunos fueron testigos cuando “las paredes y el suelo se movían”.

Habitantes de pueblos enteros salieron a los patios o las calles, y los alumnos dejaron las aulas vacías y corrieron hacia los patios. El estallido se centró con mayor potencia en Villa Atamisqui y localidades de los alrededores del departamento, como Coroneles, Ventura Pampa, Tacanas, Juanillo, Soconcho, Estación Atamisqui, Medellín, Chilca La Loma y Barrancas Coloradas, entre otros, pero también se escuchó en Lugones, Herrera, Mailín y Colonia Dora, de Avellaneda; Añatuya, Taboada; Brea Pozo, de San Martín; Beltrán, Forres y Fernández, de Robles; Loreto y parte de Salavina. “Nunca se ha escuchado algo como esto”, coincidieron todos.

Algunos indicaron que vieron una turbulencia blanca y alargada que surcaba el firmamento y, aunque no vieron ningún aparato, sospecharon que se trataba de un avión en emergencia que cayó en las cercanías. Los pobladores de Villa Atamisqui apuntaron hacia el paraje El Hoyón, ubicado a unos 20 kilómetros.

José Ledesma, vecino del paraje La Puerta, departamento Atamisqui, fue uno de los testigos del fenómeno: “Estaba en el patio de mi casa y mi esposa estaba cocinando. En ese momento escucho un reventón muy fuerte que ha hecho temblar todo el piso y hasta los árboles se movían. Cuando miro al cielo, porque de ahí venía el ruido, vi una estela de humo negro. Después, he escuchado que el motor de un avión, aunque no lo veía, seguía normalmente por bastante tiempo”, señaló.

El hombre ingresó a su casa para contarle a su esposa y vio que la mujer había sufrido una descompensación. “Se asustó mucho con el ruido de la explosión y se mareó. La preocupación más grande de ella era que en la escuela, que está a un kilómetro y medio, había pasado algo grave, como que había explotado la garrafa de la cocina o se cayó el techo”, indicó.

Sin embargo, mientras los comentarios y respuestas sobre “dónde estabas cuando se produjo la explosión” iban ganando la calles, el boca en boca fue aumentando “detalles” al misterioso hecho. Algunas versiones sostenían que vieron un avión caer en picada y envuelto en una bola de fuego. Pero nadie conocía a ese testigo y con el paso de las horas, nunca se pudo encontrar el aparato siniestrado.

Los estudiantes de la escuela primaria del paraje Yacu Chiri, departamento Atamisqui, también se asustaron y salieron a ver qué sucedió. En ese momento, vieron una estela en forma de embudo en el firmamento y fuego que duró unos pocos segundos.

Finalmente, se conoció que la explosión había sido producida por uno de los aviones supersónicos Mirage, perteneciente al Escudo Norte, luego de romper la barrera del sonido durante un vuelo de prevención del delito y vigilancia del espacio aéreo por la zona.

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