“Esas declaraciones no sirven ni para la tribuna ni para el aplauso”, sentenció el ministro de Gobierno riojano.

El presidente Mauricio Macri consideró el jueves que el carnicero que persiguió con su auto, embistió y mató a un delincuente en la localidad bonaerense de Zárate “debería estar con su familia, tranquilo, tratando de reflexionar en todo lo que pasó mientras la Justicia decide por qué paso, por qué sucedió”.

El episodio al que hizo referencia el Presidente sucedió el martes cuando dos ladrones entraron a robar a una carnicería y en su huida, durante la que efectuaron disparos, fueron perseguidos por el dueño del comercio en su auto.

A unos 400 metros del local, el carnicero embistió la moto de los delincuentes y, mientras uno escapó a pie, el otro quedó aprisionado entre el vehículo y un semáforo, gravemente herido, mientras era insultado y golpeado por vecinos del lugar.

El joven murió más tarde y el carnicero quedó detenido por homicidio simple tras declarar ayer que su intención no fue matar al ladrón sino recuperar el dinero que le habían sustraído.

Sobre las declaraciones de Macri, el ministro de Gobierno, Claudio Saúl, se mostró muy crítico al sostener que “uno debe ser respetuoso de la libertad de pensamiento y de expresión, pero que esa libertad de poder decir algo no vaya direccionada a causar un daño al otro y también respetando los derechos de una vida armónica”.

“Muchas veces cuando uno tiene responsabilidades públicas y que causan mucha opinión en una sociedad debe ser más que prudente y que esas declaraciones no sirvan para la tribuna ni para el aplauso para quedar bien, más cuando emanan de la máxima autoridad del país, tiene que primar el equilibrio”.

Finalmente, el funcionario riojano sostuvo que se debe respetar el estado de derecho y la división de poderes, entendiendo que “los jueces son los que deben resolver la conflictividad de la sociedad”.