Al ministro lo desmiente la realidad

Al ministro lo desmiente la realidad

El Gobierno justificó el recorte al ingreso de investigadores en el Conicet con datos que fueron desmentidos por la comunidad científica. En medio de las críticas que generó la reducción en un 60 por ciento el número de ingresantes a la carrera del investigador, el ministro de Ciencia y Técnica, Lino Barañao, se reunió ayer con el presidente Mauricio Macri.

 Tras el encuentro, defendió el ajuste. “No hay ningún país que, con un 30 por ciento de pobres, esté aumentando el número de investigadores”, sostuvo. Con el ánimo de reforzarlo, el presidente del Conicet, Alejandro Ceccatto, agregó que las 400 incorporaciones previstas para 2017 no pueden ser comparadas con las 930 de 2016 porque esa cantidad “no fue normal”, sino una decisión sin “ningún criterio” del gobierno anterior en “el último año de gestión”, dijo Ceccatto, quien al igual que Barañao fue funcionario durante los dos mandatos de Cristina Kirchner. No obstante, los científicos mostraron los números del propio Conicet que confirman que en los últimos siete años hubo una política sostenida desde el Estado para aumentar progresivamente, con incrementos del orden del 10 por ciento anual, el número de investigadores.

La evolución del ingreso de investigadores a la planta del Conicet está detallada en el cuadro que ilustra esta nota. Año por año, los ingresantes “aumentaron 12,5 por ciento en 2009 (682 ingresos); 10,3 en 2010; 11,3 en 2011; 11,4 en 2012; 12 por ciento en 2013; 12,1 en 2014 y 11 por ciento en 2015”, repasó Jorge Aliaga, ex funcionario del Ministerio de Ciencia y ex decano de la Facultad de Ciencias Exactas (UBA). Estos números, explicó, son públicos y oficiales; han sido difundidos en la web del Conicet. Fueron parte de la decisión de renovar su planta de investigadores, que estaba envejecida, y del propósito de que el país llegara a los cinco científicos cada mil habitantes. Este objetivo fue plasmado en 2013 en el Plan Argentina Innovadora del Ministerio de Ciencia, que estableció como meta llevar la planta de científicos argentinos a 10 mil en 2015 –se cumplió– y a 15 mil en 2020, lo que suponía continuar el crecimiento de 10 por ciento anual en la cantidad de ingresantes al Conicet hasta 2018.

Ceccatto había hecho el descargo oficial también después de la reunión con Macri, ante un grupo de periodistas en la Casa Rosada. “El año pasado ingresaron 930 personas, este año serán unas 450. La comparación no se puede hacer porque el número del año pasado no era normal, era muy alto. Normalmente el número de ingresos era de 600 o 700 personas”, se defendió el actual titular del Conicet.

En ese sentido, aseguró que el aumento de ingresantes del 2015 fue hecho “con ningún criterio, como era el último año de gestión se hacía ingresar a la mayor cantidad de gente, independientemente de que hubiera un presupuesto que lo respalde”.

Como se ve en los registros del Conicet, la afirmación de que al organismo ingresaba un promedio de “600 o 700” personas es también falsa. Para llegar a ese número, habría que retroceder cinco años.  

Pero las argumentaciones de Barañao y Ceccatto resultaron además paradójicas porque los dos eran funcionarios cuando se hicieron los ingresos al Conicet que ahora descalifican. De hecho, impulsaron esas políticas destinadas al desarrollo científico argentino, Barañao como ministro en las dos presidencias de Cristina Kirchner y Ceccatto como su secretario de Articulación Científica Tecnológica, cargo que ocupó de 2008 a 2015.

En estado de alerta, los investigadores y becarios del Conicet realizaron ayer una asamblea en la Facultad de Medicina de la UBA, en la que resolvieron iniciar un plan de lucha.

La preocupación es extendida porque, al recorte en la cantidad de ingresantes a la carrera de investigador, podría seguir el anuncio de un ajuste en las becas de doctorado y posdoctorado. Está previsto que el tema se trate la semana que viene, en la próxima reunión del directorio del Conicet, y el panorama no es alentador.

Como primera medida, el próximo miércoles 14 habrá una marcha hasta la sede del Ministerio de Ciencia. “Vamos a hacer campaña por las redes, con los gremios y a través de las universidades del conurbano. Vamos a tratar de que la movilización sea lo más masiva posible, como la que hicimos el 27 de octubre al Congreso para reclamar contra el recorte del presupuesto”, anticipó Rocco Carbone, profesor de la Universidad de General Sarmiento e investigador del Conicet, tras participar en la asamblea.

La movilización es organizada por Científicos y Universitarios Autoconvocados, el Grupo Ciencia y Técnica Argentina, la Asociación de Trabajadores del Estado, la federación docente Conadu y Jóvenes Científicos Precarizados.

 

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