No podía ser la sala de reuniones de otro ministerio. Las paredes están tapizadas de platos y de cuadros “souvenires” de fiestas patronales y populares de recónditas comunas. Sobre la mesa, hay papeles y un mate que el ministro del Interior,Miguel Acevedo, alimenta tras algunos sorbos con el agua de un termo. De camisa y jean, sepulta la imagen de parquedad que habitualmente tiene en las actividades oficiales: sonríe y hace ademanes para explicar sus conceptos.

Derrocha optimismo, aunque reconoce que fue un año complejo. “Pese a la adversidad y lo difícil de la situación económica, hubo mucho esfuerzo y compromiso de los intendentes y de los delegados para trabajar en conjunto. Hicimos cosas pequeñas, pero paso a paso se hace un largo camino”, considera. Asegura que en los 12 meses de gestión repararon 1.000 kilómetros de caminos, revalorizaron plazas con 50 juegos infantiles elaborados por cooperativas y mejoraron las márgenes de ríos, entre otras acciones. 

- ¿Cómo impactó en el interior que no hayan llegado obras públicas de la Nación?

- Nos afectó bastante, hubo un parate. Las nuevas todavía no llegaron. Esto me hace mirar el futuro con optimismo. Pasó un año y no recibimos un peso más que el que corresponde y nos fue bien. Ante la falta de obra, hay que brindar un buen servicio. 

- ¿Por qué afirmó que la Nación no respeta la institucionalidad en cuanto a la gestión de obras?

- Se comenzaron a firmar convenios con comunas y municipios. Lo que sea para el bien de los tucumanos, bienvenido. Pero ante nuestra flexibilidad y el decirles ‘vayan y firmen’, se empezaron a dar situaciones en las que convocaban para explicarles cómo presentar los proyectos y nosotros ya los habíamos presentado. Si no quieren hacerlo con nosotros, está bien, pero respeten nuestro ámbito. Lo veo como una falta de respeto al gobernador, una falta de convivencia. Ojalá le vaya bien al Presidente para que nos vaya bien a todos. No todos pensamos lo mismo, pero hay que tener madurez política. Vengan al salón Blanco. En Tucumán se votó y eligió a la formula Manzur-Jaldo para conducir la provincia.

- ¿El que José Cano y Domingo Amaya estén en organismos de obras propician estas situaciones?

- Es probable que sí. No nos engañemos, hay un trasfondo político. Han sido los candidatos que perdieron y de alguna manera buscarán reinstalarse y es lógico y legítimo. Pero no hay que mezclar las cosas. Si queremos el bien de los tucumanos, trabajemos juntos. 

- ¿Temen que esto se agudice durante el año electoral?

- Eso lo dirá el tiempo. Puede profundizarse. Por nuestro lado y lo manifestamos siempre, no hay inconvenientes con ellos. 

- ¿La Nación beneficia más a los intendentes opositores?

- No entro a preguntarles qué les dieron a cada uno. Pero lo que se ve públicamente es que sí, buscan hacer las reuniones en Concepción, por ejemplo. Cuando llegue la hora de la política cada uno dirá lo que tenga que decir. Pero aquí no discriminamos a Concepción, Yerba Buena, ni Bella Vista en ningún momento. Cuando tuvieron inconvenientes, los ayudamos.

- Hay intendentes que se quejan porque dicen que la Provincia benefició más a Germán Alfaro...

- Son reglas con las que hay que convivir. Hay intendentes del interior que están tranquilos y que saben que pagarán los sueldos. No sé si la capital está tan tranquila o si está preocupada buscando fondos. Hay que ver lo de cada uno. Es relativo el beneficio, dependiendo del cristal con que se lo mire. 

- Amaya había dicho que se condicionaba a los intendentes para que no concurrieran a los actos en Buenos Aires ¿Fue así?

- Pensaron que ese sería nuestro modo de trabajar. Pero no, dimos muestras de lo contrario. En ningún momento condicionamos a nadie. Como 92 de los 93 comisionados apoyaron a Manzur-Jaldo, creyeron que los maniataríamos para que no fueran. Bajo ningún punto de vista limitamos a nadie. 

- ¿Cómo le cayeron las declaraciones de Rogelio Frigerio?

- Me han dolido. Nos costó mucho el inicio de gestión. Comenzamos con una sociedad quebrada. Con esfuerzo y la flexibilidad del gobernador, se superó. A los dos meses asumió un Gobierno nacional de otro signo político. 

- ¿Era el peor escenario posible?

- Sí. Al comienzo no hubiésemos imaginado que un año después estaríamos como estamos, con todas las adversidades con las que comenzamos. 

- ¿En el oficialismo se habla de candidaturas? Se mencionó su nombre...

-Ni lo pienso ni nadie me dijo nada. En su momento se tendrá que ver. No gasto energía ni en pelear ni en ver si seré o no. 

- ¿Cómo funcionó el Convenio de Fondo Unificado (Pacto Social)? 

- Hicimos un paquete para cada uno de los 18 municipios del interior con los fondos de Coparticipación, del Fondo Federal Solidario y el Educativo, a los que les corresponden. Lo que falta lo aporta la Provincia con préstamos. Se hicieron distintas modalidades. Algunos ceden todos los recursos y otros, una porción, a cambio de la asistencia que les damos. El objetivo era garantizar los salarios. Es un éxito total en ese sentido. Soy un empleado de planta de 33 años de antigüedad. Trabaje en Hacienda y tuve que hacer el monitoreo de las finanzas cuando los municipios estaban incendiados. Hay que ir gradualmente sacando todo y dándoles la autonomía para que destinen sus fondos. Pero lleva un tiempo y un consenso en que no entre a tallar lo político. 

- Delegados se quejan de que no les está llegando el Fondo Soja.

- Les estoy pidiendo a las comunas que vayan presentando los proyectos porque el FDI se otorga por obra. En las comunas tienen entre $30.000 y $50.000 por mes. Al cabo de un año tienen $500.000 o $600.000 como para hacerlas. Hay algunos que cobraron y otros que están en carpeta. Estamos dándoles los fondos para aprestamiento, pero subiieron el combustible, los servicios y la demanda social. Les giramos más, pero rinde menos. 

- Opositores piden que los números de las comunas estén incluidos en el Presupuesto

- Hay que hacer un trabajo de fondo. Hace muchos años hubo una modificación en la ley y los fondos se priorizan para el pago de sueldos. Se hace con los de la Coparticipación, el FDI y la recaudación. A las que le queda algo, se les da el saldo. A las que les falta, se les hace un aporte. Brindamos el aprestamiento, que es para el funcionamiento básico y ayudas especiales por si se rompe una bomba o cubiertas de un camión. Es un trabajo grande que habría que hacer y las comunas no tienen una estructura administrativa fuerte. Habría que fortalecerlas y hacer capacitaciones. Se puede hacer, pero a veces la coyuntura no te permite hacer planificaciones. No obstante eso, pedimos al Tribual de cuentas capacitación y se hará pronto. Casi la mitad de comisionados e intendentes es la primera vez que ejercen un cargo ejecutivo.