Una ministra lejos de la boleta

Una ministra lejos de la boleta

Pese a que el Presidente la considera su ministra favorita y a que la seguridad es uno de los ejes de la campaña oficialista, en el macrismo consideran riesgoso llevar a Bullrich como candidata a vicepresidenta.

 

Es hoy la ministra favorita de Mauricio Macri. Y encabeza uno de los ejes de campaña con los que el Presidente pretende empujar su reelección: la seguridad. Patricia Bullrich alcanzó el centro de la escena con una batería de medidas que va de la persecución a inmigrantes hasta el encarcelamiento de menores de edad. No es raro, en esa situación, que se empezara a hablar de ella como una posible compañera de fórmula. Integra la danza de nombres junto con la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, y con la actual vice, Gabriela Michetti. Los allegados a Bullrich no dejan de hacer circular la versión. Sin embargo, en Casa Rosada sostienen que está descartada su candidatura.

Si se volviera en el tiempo unos 16 años, se vería otra relación entre Macri y Bullrich. Cuando ambos compitieron por la Jefatura del gobierno porteño, la actual ministra de Seguridad no dejó crítica por hacerle. “Con Macri no tengo puntos en común: yo no pienso en la ciudad como un terreno para hacer negocios, sino como un terreno de y para la gente”, decía por ese entonces Bullrich. En el debate electoral de 2003, le mostró a Macri una foto de él con un hombre de su campaña que estaba procesado por supuesta administración fraudulenta. Macri no le habló por años. 

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Hoy, con mucha agua pasada bajo el puente, es su ministra predilecta. Y encabeza uno de los ejes principales de su campaña, para eludir el espinoso tema de la economía: la seguridad (el otro es la corrupción). Bullrich no sólo viene haciendo campaña con su lucha contra el narcotráfico, sino que encabezó las posiciones más duras en los últimos tiempos, desde la “doctrina Chocobar” ampliada a un reglamento del uso de armas de fuego, la compra de pistolas Táser, el anuncio de expulsión de mil inmigrantes y la promoción de la baja de edad de imputabilidad, por mencionar sólo las últimas. Desde el caso Maldonado hasta el 2019 convulsionado, Bullrich se fue convirtiendo en una de las funcionarias de hierro para el Presidente. Y ahora ocupa un lugar clave para evitar que la economía sea el eje de la campaña y polarizar con el kirchnerismo desde una posición dura en seguridad. En su entorno indican que, con cada discusión con los organismos de derechos humanos, su imagen sube en las encuestas (por lo menos, entre el electorado que le interesa al Gobierno).

En medio de este operativo, Bullrich se encontró con algunas enemigas internas, como Elisa Carrió, de quien la ministra supo ser mano derecha hasta que la abandonó por Macri. Primero Carrió dijo que Bullrich no estaba realmente combatiendo el narcotráfico: que las fuerzas de seguridad la engañaban, le armaban operativos y el negocio continuaba sin que la funcionaria se diera cuenta. Hace una semana, en un estudio de televisión que visita con frecuencia, Carrió había comentado como al pasar que Bullrich enviaba custodios para escucharla: “¿Qué me pusieron? La Policía a 70 metros para escucharme. Le digo al jefe de la Federal: ‘Dígale a Patricia que no me escuche’. Dejen de hacer eso porque yo voy a la Comisión de Seguimiento”, amenazó. También la enfrentó por sus últimas iniciativas y la comparó con el presidente de Brasil: “Está pasada de vueltas. Por ahí, se cree Bolsonaro”, lanzó durante este fin de semana.  

Bullrich hasta ahora ha sido hábil para evitar esos misiles que le lanza su ex socia política. Mientras tanto, deja correr los rumores de que está siendo medida como posible vicepresidenta junto con Stanley y Michetti. La última, siempre se dice, es la que tiene más posibilidades. Incluso el número dos de Bullrich, Gerardo “Jerry” Milman, comentó hace poco la posibilidad de una candidatura en un reportaje radial: “Cualquier miembro del Gabinete al que el Presidente le pidiera que lo acompañara en la formula, no tendría motivos para rehusarse y la ministra está en las mismas características”, sostuvo. “La ministra va a acompañar la propuesta que le haga el Presidente, si la hiciera”, concluyó. En el entorno de Bullrich han dejado en claro que, hasta ahora, Macri no le hizo ninguna alusión al tema. Y es por un motivo.

“No se está analizando con seriedad”, fue la respuesta lapidaria que recibió este diario cerca de uno de los ministros que suele participar de la mesa chica electoral. “La verdad es que Patricia no le suma nada a Mauricio. Y hasta es riesgoso llevar como candidata a una ministra de Seguridad en un país en el que puede pasar cualquier cosa que te complique la campaña”, analizaron. “Está claro que ella quiere, pero por el momento lo que hará será acompañar desde su lugar de ministra”, concluyeron. No obstante, la hipótesis sigue circulando en los medios. Soñar no cuesta nada.

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