YPF anunció una millonaria inversión para adecuar sus instalaciones a los requerimientos más exigentes en materia de normativas ambientales. Se trata de un desembolso de 1.000 millones de dólares en los próximos 5 años, que destinará a modernizar la Refinería Luján de Cuyo.

Uno de los hitos de este plan de renovación es la instalación de un nuevo horno en la unidad de crudo y vacío. La pieza, de 22 metros de largo y 10 metros de diámetro, fue fabricada por IMPSA y demandó una compleja logística en la que trabajaron más de 60 personas en tareas periféricas, más el personal policial que acompañó el traslado.

El horno CH1 es el eslabón inicial en el proceso de refinación de combustibles. La unidad recibe el crudo que llega desde los yacimientos y realiza un calentamiento hasta los 380° de manera de producir la vaporización, condición previa para lograr la separación de la materia prima que se convertirá, en otras plantas del complejo, en combustibles de distintos tipos.

El moderno dispositivo tiene capacidad para procesar entre 9.000 y 10.000 metros cúbicos de petróleo por día. El proceso de armado y montaje concluirá a fines de julio, para luego ponerlo finalmente en marcha.

La trasformación de este sector de la planta demandará el paro de mantenimiento de las unidades Topping IV,Vacio, Platforming y Unifining del Complejo Industrial.  Aproximadamente 1.000 personas por día, entre propias y contratadas, y 15 empresas locales trabajarán es esta tarea, en un amplio operativo que, entre otras cosas, incluye el trabajo de 9 grúas, de las cuales una tiene 750 toneladas de capacidad.