Una vez más los santiagueños tuvieron que padecer una decisión arbitraria de los choferes de colectivo de la empresa Ersa, quienes ayer por la mañana realizaron un paro de actividades en las seis líneas urbanas de dicha firma, lo que dejó a miles de ciudadanos sin transporte y les provocó diversos perjuicios.

La medida fue adoptada en las primeras horas y tomó por sorpresa a los santiagueños que pretendían ir a trabajar y trasladar los chicos a las escuelas. Como consecuencia del paro de choferes, muchos quedaron sin ir a trabajar o llegaron tarde, lo que los perjudicó ya que no podrán percibir el extra que se abona por presentismo.

Así también los jóvenes y niños tuvieron que sortear las dificultades que se presentaban para poder llegar a los establecimientos educativos y asistir a clases.

“Yo no sabía que no había colectivos, estoy esperando hace más de una hora y me entero que no tengo cómo ir a trabajar. ¿Quién me paga a mí este daño?, se quejó una usuaria, a la que se sumaron otros tantos que hicieron escuchar su queja por la “incomprensible actitud” de los choferes.

“Yo no entiendo cómo una empresa que tiene la concesión de casi todas las líneas, que debería ser solvente, no paga el aumento acordado según dicen los choferes. No pueden jugar así con la gente”, afirmó uno de los usuarios perjudicados por la intempestiva medida de fuerza.

Indignado, otro pasajero que esperó en vano, dijo: “Los choferes tienen derecho a reclamar, pero nosotros tenemos derecho de poder usar el servicio. Estamos cansados de que nos tengan de rehenes, si quieren protestar, que lo haga, pero por lo menos que pongan un servicio de emergencia. La municipalidad debería obligarlos”.

Las especulaciones y amenazas del pasado jueves se cumplieron ayer en las primeras horas de la madrugada, cuando los choferes de las líneas 110, 112, 114, 116, 119 y 120, tomaron la decisión de no salir a trabajar por el incumplimiento del pago salarial con la nueva escala acordada. La empresa había depositado el sueldo sin respetar ese último acuerdo.

Antonio Villalba, titular de la Unión Tranviarios Automotor local, manifestó a EL LIBERAL que después de largas reuniones en la Secretaría de Trabajo, en las que se discutió la problemática, pudieron resolver el conflicto.

Finalmente, pasadas las 13, se llegó a un acuerdo y se firmó un acta en la que Ersa se comprometió a depositar la suma correspondiente al aumento del 23% hasta el lunes. Villaba señaló que las negociaciones estaban “trabadas”, ya que la empresa pretendía postergar el pago de dicho monto hasta el próximo jueves.

Por último, señaló que para “evitar” más inconvenientes a los usuarios se aceptó la propuesta, pero advirtieron que de no dar cumplimiento al pago, los choferes retomarán la medida de fuerza este lunes.