Desde las 17 fueron llegando al Playón del Lago donde se levantaba un escenario de dimensiones imponentes. El público se acomodó sobre las vallas y poco a poco fue entrando en clima. La tarde estuvo calurosa y retrasó la afluencia de público a la superficie pavimentada.

Los primeros en estrenar escenario fueron los Moretons. Luego serían los Salvadores los encargados de hacer su música para el público que fue ocupando los primeros metros del playón.

Finalmente y después de una banda local más, llegó el artista más esperado. Luciano Pereyra bajó de la camioneta que lo fue a buscar a su alojamiento y subió directamente al escenario.

En ese punto de la tarde el público ya ocupaba gran parte del playón, muchos de ellos sentados en sus propias reposeras. Bajó la temperatura ambiente y subió el ánimo de los espectadores que sabían lo que se venía.

Desde primer momento, Pereyra desarrolló un repertorio por todos conocidos. Y el acompañamiento fue total. Agradeció varias veces la energía trasmitida por el público. Pereyra realizó un gran espectáculo.

De esta forma, Tandil tuvo su Fiesta Patria Popular, como parte de la agenda nacional, la ciudad recibió el Día de los Derechos Humanos y de la Democracia, en una suerte de "cadena cultural" que tuvo eslabones en todas las provincias y el principal de ellos en Plaza de Mayo.

En sintonía con que ocurría en la Capital Federal y en las capitales provinciales, Tandil tuvo su propia versión de la Fiesta PatriaPopular bajo el lema “Libertad, igualdad y solidaridad”.

En paralelo, en Plaza de Mayo, la fiesta central convocó la actuación de Charly García, Fito Páez, Carlos Vives, Víctor Heredia, Teresa Parodi, Illya Kuryaqui, La Bomba De Tiempo y el Choque Urbano entre otros.

La jornada festiva fue promovida por el Gobierno con el propósito de esperar el inicio del Día de la Democracia y los Derechos Humanos, que se celebra el 10 de diciembre, a 29 años de retorno de la Democracia.

Sobre el final del acto, se estableció enlace con Plaza de Mayo y se transmitió en vivo el discurso presidencial que giró en torno al valor de la democracia, el alto costo pagado para recuperarla después de tantos golpes y derrocamientos y los desafíos que quedan por delante para hacer frente a otros intereses que por estos tiempos la limitan y la someten no ya desde un cuartel sino desde las corporaciones.