Responde bien a los antibióticos y el derrame cerebral que tenía se absorbió levemente.
“Le canto, le toco las manitos y se mueve. A veces abre un poco los ojitos”, se emociona Gisele Franco, su mamá. Entre jueves y viernes los médicos tuvieron que poner a Santino en ayunas por la infección, pero ayer a la tarde, su mamá pudo volver a darle la leche materna a través de una sonda.
El bebé nació con 25 semanas de gestación luego de que Gisele, de 21 años, llegara con fuertes contracciones al Hospital Sanguinetti. El parto fue rapidísimo y el bebé nació en minutos. También en minutos fue dado por muerto.
La ginecóloga que atendió el parto puso a Santino en una chata de plástico, lo tapó con un trapo y lo metió debajo de una mesada. Si no hubiera sido por su abuela, Viviana Miranda, que pidió verlo, el chiquito estaría muerto. Por el hecho hay una causa por lesiones culposas en la que acaban de pedir que se detenga a la ginecóloga.
Gregorio Dalbón, representante de Gisele, pidió además que se haga un allanamiento para secuestrar la historia clínica del bebé y su mamá, y también en los domicilios de la médica que lo dio por muerto y del director del Sanguinetti, Gustavo Niotti, que además es subsecretario de Salud de Pilar.
También solicitó la lista del personal de guardia de la madrugada en que nació Santino y la inspección del consultorio en el que Gisele dio a luz para saber si tiene “condiciones de higiene y sanitarias adecuadas para atender un parto prematuro”. Mientras tanto, Gisele reza por su hijo: “Santino tiene por delante un camino de hormiga”.
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