El vicegobernador, Miguel Isa, defendió lo indefendible. Justificó la fortuna con la que se alzó el multifacético Eduardo Abel Ramos y consideró que “la hizo desde abajo, siempre trabajando”.

Justo en el momento en que Ramos inauguró la Clínica Virgen de Urkupiña que no tiene habilitación para funcionar, el vicegobernador exclamó que “esta familia es un ejemplo de que cuando se quiere, se puede. Cuando se empieza desde cero, cuesta mucho crecer, implica mucho sacrificio y trabajo; y esta familia (Ramos); sin dudas nos muestra que es posible salir adelante y crecer.

Ayer y al ser consultado por estos dichos, Miguel Isa reafirmó  su postura y recordó vio a Ramos comenzar como camillero e insistió que “las propiedades que tiene, no son de él, sino de los afiliados de ATSA”. Sin embargo, dijo desconocer sobre su patrimonio personal.

Finalmente, el vicegobernador sostuvo que ni la gobernación de Juan Carlos Romero ni mucho menos la de Urtubey favorecieron al crecimiento exponencial del patrimonio de Ramos y concluyó  que “el estado siempre tuvo buenas relaciones con los gremios”.