Miguel Ángel Pichetto pidió una "reconciliación" con las Fuerzas Armadas y comparó a la RAM con Montoneros

Miguel Ángel Pichetto pidió una

Tres charlas en el plazo de una semana dio Miguel Ángel Pichetto con un discurso muy parecido: cómo garantizar la gobernabilidad de la Nación y de las provincias donde gestiona el justicialismo y reinventar al Partido Justicialista como oposición constructiva, de centro y con su doctrina actualizada. 

Los dirigentes y referentes que lo escucharon en la fría tarde del día de la primavera se repiten en distintas tertulias: algunas caras en una cena convocada por Eduardo Duhalde un mes atrás, otras en los homenajes a Antonio Cafiero, algunos son los que caminan los salones y pasillos de Diputados y del Senado y otros son los que se reúnen cada tanto con Pichetto como interlocutor en su rol de jefe del bloque en la cámara Alta. El objetivo es más o menos el mismo: generar una alternativa a Cambiemos con un peronismo que supere la etapa kirchnerista. O tal vez habría que decir que la búsqueda es superar al 'cristinismo' y su Unidad Ciudadana. Ese parece ser el denominador común de quienes operan en forma subterránea a la espera del resultado del 22 de octubre.

La cita esta vez fue en el Hotel Castelar en la Avenida de Mayo casi 9 de Julio y frente a un auditorio peronista. La excusa para darle visibilidad al movimiento que gestan históricos del partido fue la presentación del quinto número de la revista "Movimiento 21". El anfitrión fue Hugo Quintana, secretario de la  Asociación del Personal de Organismos del Control y orgulloso mentor de la publicación. Curiosa coincidencia: en la sede del gremio, en el pasaje de La Piedad, se reúnen periódicamente algunos de los peronistas que participaron de esta conferencia y también los referentes de 1País de Capital, que llevan como candidato porteño al secretario local del gremio junto con Matías Tombolini y el progresista Sergio Abrevaya.  El dato no es menor ni casual, "para un peronista no hay nada mejor que otro peronista" dijo el general Juan Domingo Perón, aunque Pichetto pidió "leer a Perón de nuevo, al del 74, cuando volvió". "Para un argentino no hay nada mejor que otro argentino", dijo al arrancar su disertación en un mensaje con el que buscó explicar por qué no cree que "cuanto peor le vaya al Gobierno, mejor", como en tácita referencia pareció atribuyó a los seguidores de Cristina Kirchner. Quintana lo presentó y señalándolo con el índice arengó: "Hemos sido la garantía de gobernabilidad de este gobierno, sino pregúntenle a Pichetto". Pero, aclaró: "No somos Cambiemos, nos duele profundamente este país desigual". Y describió una Argentina "con pobres cada vez más pobres y ricos más ricos". Como lo hizo días atrás en un almuerzo del Rotary Club, Pichetto justificó el acompañamiento a leyes impulsadas por Mauricio Macri, elogió a Eduardo Duhalde y a Néstor Kirchner y criticó que hoy "se unifican criterios y se elimina el debate y el disenso" y "la crónica repetida de que el Parlamento es lo peor".

"El Gobierno ha tenido la necesidad y va a seguir teniéndola de seguir dialogando y abriendo caminos de concertación para avanzar en reformas", indicó sobre el resultado electoral que, aún en el escenario más favorable para Cambiemos, no le daría mayoría propia a Macri en el Congreso.

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Fue ahí cuando Pichetto reivindicó también el rol de los gremios como "garante" de la gobernabilidad y pidió: "El Gobierno debería mirar con más respeto y atención el rol de la CGT y los compañeros sindicales" a los que sumó al futuro debate sobre reforma laboral y blanqueo del empleo.

A la derecha del escenario escuchaba atentamente Julio Piumato, secretario general de la los Judiciales. Y algunos referentes del peronismo que estuvieron en roles distintos en los gobiernos de los Kirchner y también de Duhalde como Julio Alak, ex de Justicia; Alfredo Atanasof;  Jorge Castro; Jorge Remes Lenicov; Miguel Angel Toma; el ex presidente por tres días Eduardo Camaño; Pascual Albanese; los massistas Aldo Pignanelli y Marina Cassese; Rafael Flores y otro rionegrino, Osvaldo Nemirovsky que aun habiendo estado cerca de los K no se molesta cuando Pichetto enfrenta a la ex Presidenta de la Nación. En primera fila se sentó el diputado Diego Bossio, del bloque Justicialista y de buen diálogo tanto con Pichetto como con referentes de Cumplir y de 1País. Se abrazó fuerte con el senador cuando bajó del estrado mientras alguien a su espalda comentaba el nuevo Presupuesto del Ejecutivo, materia de debate en una reunión entre los dos y Sergio Palazzo, de la Bancaria, 24 horas atrás. Entre los presentes estuvo Oscar Lamberto, hoy en la Auditoría General de la Nación, y Humerto Roggero, ex hombre fuerte del bloque del PJ en Diputados y posible figura de consenso para el vacante cargo de Defensor del Pueblo. Dialoguistas todos pero con ansias de superar al kirchnerismo, sector que en palabras de Pichetto es "una fuerza de izquierda o centro izquierda".  El senador, que en estos días enfrenta una grieta interna y el pedido de expulsión del PJ de algunos aliados suyos en Río Negro, instó a los presentes a debatir líneas de pensamiento en el partido, recuperar a las Fuerzas Armadas (mencionó valores del Ejército, de la fuerza Aérea y de la Marina y habló incluso de "reconciliación" y de "perdón" y de presencia "disuasiva" en la Patagonia); qué hacer con los RAM y el reclamo mapuche  ("hay un tufillo a senderismo" dijo y se ganó el aplauso de la mitad del salón que estaba lleno y hasta mencionó que "hay mucho promontonerismo, algo que no existía hace diez años").

Precisamente sobre ese debate trabajan algunos de los que concurrieron entusiastas al evento. Daniel "Chicho" Basile, ex funcionario de Duhalde, ganó las elecciones del Círculo de Legisladores, asumirá el próximo 4 de octubre y hasta invitará al acto al presidente Mauricio Macri. Con la excusa institucional del Círculo, convocará a 4000 diputados y senadores, entre los que están en ejercicio y los de mandato cumplido, generando así otro espacio para reunir a peronistas distantes.

"Tenemos que trabajar con mucha inteligencia" pidió Pichetto y advirtió que "el peor error que puede cometer el peronismo es subestimar al Gobierno" que "sabe cómo ganar elecciones".

Cuando terminó, muchos se quedaron compartiendo rondas de café en el bar de la planta baja del hotel. Algunos, heridos y excluídos en la década kirchnerista, comentaban que deberían haber echado a Cristina del Justicialismo. Otro celebró las palabras de Pichetto: "Alguien tiene que decirlo", manifestó el hombre que tuvo incluso cargo en la gestión K. Y un tercero contó a Infobae que después de las elecciones y antes de fin de año llamarán a un plenario del partido para discutir en conjunto hacia dónde ir. Incluyen en la lista de invitados a Sergio Massa y las figuras que se fueron con él. El mismo viejo peronistas alertó que el encuentro "será abierto pero con un único límite: el prontuario". "Eso es off, por favor", advirtió el autor de la definición a esta periodista

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