Las tareas de repavimentación de la Ruta 1001 desde Río Tala hacia San Pedro continúa, con máquinas y empleados de la empresa Iarsa, subcontratista de la adjudicataria Grupo Farallón, y avanza en sentido hacia la ciudad, con la colocación del nuevo pavimento.

Las lluvias de la semana pasada complicaron aún más el camino y el deterioro es ostensible. A ello debe sumarse que para evitar los tramos más dañados, los automovilistas circulan por la banquina, donde el problema del polvillo que vuela y evita la visibilidad del resto se profundiza.

La recomendación es que quienes deban utilizar esa ruta lo hagan con la mayor precaución posible, que respeten los carteles indicadores de velocidad y no transiten a una mayor de lo establecido, para evitar inconvenientes. De la misma manera, hacerlo con cuidado en la zona donde se desarrollan las obras. 

Este jueves, el Concejo Deliberante trata un proyecto de resolución del Frente Renovador en el que solicita al Ejecutivo que interceda ante la Provincia para una "urgente señalización de la línea divisoria de ambos carriles de la Ruta 1001, a través de conos o elementos que garanticen visibilidad y reducción de velocidad, a efectos de salvaguardar la integridad  física de los vecinos y visitantes que diariamente circulan por la misma".