Mientras balancea entre Macri y Alberto, Larreta arriesga otra fase de cuarentena

Mientras balancea entre Macri y Alberto, Larreta arriesga otra fase de cuarentena

El jefe de Gobierno, entre el PRO y la sintonía pandémica, flexibiliza aislamiento con protocolo complicado para venta de zapatos y ropa.

Horacio Rodríguez Larreta replicó el fin de semana a Santiago Cafiero. El jefe de Gobierno busca mantener el equilibrio entre los tironeos del PRO para que se diferencie de Nación y la crisis sanitaria que lo obliga a sintonizar con Alberto Fernández, una fórmula que le viene dando rédito en lo epidemiológico y en lo político. Así, no quiere maniobrar en direcciones que le pueden provocar un traspié en la cuerda que transita.

“Como dije esta mañana, estoy totalmente en desacuerdo con los dichos del jefe de Gabinete de la Nación. Y mucho menos decirlo en este momento, en el que todos los argentinos tenemos que trabajar juntos. No me voy a enganchar en discusiones políticas”, escribió en Twitter Larreta. Cafiero había manifestado “imaginen lo que hubiera sido esta pandemia con (Mauricio) Macri gobernando, una catástrofe” y criticó el estado en que recibió el Gobierno nacional el sistema de Salud.

El cruce dio para todo, incluido que la ministra de Gobierno de Axel Kicillof, Teresa García, saliera a terciar también en la relación del gobernador bonaerense y el jefe porteño diciendo que “la relación con Larreta es una relación institucional, de convivencia, en un momento muy difícil” , para describir el abrazo compartido de los principales conductores de la batalla contra el coronavirus.

La apertura que llevará adelante hoy la Ciudad de Buenos Aires quizá desate nuevamente rivalidades entre la provincia y la Capital, pero Larreta apuesta a la prueba ante la presión económica y la flexibilidad de los propios vecinos que se torna complicada de controlar.

Unos 20 mil comercios de atención al público estarán habilitados hoy para la venta de ropa y calzado, específicamente en los barrios. No podrán atender en centros de compras, ni galerías ni shopping como ocurre hasta ahora en el resto de los minoristas y deberán seguir un protocolo que estaba a la espera de la aceptación por el Gobierno nacional.

Se trata de recomendaciones para los vendedores y clientes y se espera que hoy el Gobierno porteño también difunda el protocolo que deberían seguir los consumidores una vez que adquirieron las prendas o el calzado. No se permitirán los probadores en ningún caso y las recomendaciones insisten en el uso del barbijo, el lavado de manos con agua y jabón o el uso de alcohol en gel, así como la distancia entre las personas. Se aconseja a los comerciantes también que tomen la fiebre a los empleados, y los provean de elementos para el cuidado personal.

A la vez, las indicaciones remarcan que los empleados que tengan permitido trabajar (no así los mayores de 60 años, los considerados de riesgo o embarazadas, entre otras excepciones ya detalladas desde el inicio de la cuarentena) no podrán viajar en transporte público y el dueño del comercio deberá hacerse cargo de su traslado en ese caso.

Además, las recomendaciones son minuciosas en cuanto a la limpieza del local, de los mostradores y hasta de la tarjeta de crédito y los posnet, entre otras tareas de higiene que se deberán realizar. Incluso estará permitida la devolución de los productos y, en ese caso, el comerciante no podrá ponerlos nuevamente a la venta por los menos durante 48 horas. Las indicaciones, detalladas en varias carillas concluyen con que lo más recomendables es la venta telefónica o por internet.

Los clientes deberán hacer las compras de acuerdo con el número de terminación de su documento de identidad, impar días impares, par días pares, y los comercios estarán abiertos entre las 11 y las 21.

De acuerdo con las posibilidades de los locales, se permitirá una persona en 15 m².

Con esas y muchas más consideraciones será la apertura hoy de un rubro que tiene prevista la oferta de liquidaciones variadas para reiniciar su actividad (ver nota en pág. 23).

Como sea, será una apuesta a que la circulación de personas que provoque la habilitación de estos comercios no impacte por demás en la curva de contagios, sumatoria que recién se comenzará a evaluar la semana próxima.

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