La “microimportación” supera a la producción fueguina

Los argentinos que viajan al exterior y regresan con productos electrónicos que cuestan menos que en el país, generan preocupación en el sector y el Gobierno Nacional. Notebooks, netbooks y tablets que ingresaron en los equipajes de los argentinos o que entraron sin ser declaradas en 2012, superaron holgadamente a todas las unidades producidas en las plantas de Tierra del Fuego, que el año pasado ensambló unos 740.000 equipos.

La microimportación, ese “deporte” que practican particulares que viajan y traen productos del exterior, genera fuerte alarma en el sector tecnológico. Sucede que aumentó un 900 por ciento en el último tiempo y los equipos que se traen en valijas superan ampliamente la producción de Tierra del Fuego.

Este fenómeno, conocido como “microimportación” -es decir, el auge de argentinos “tarjeteando” la compra de tecnología en el exterior para traerla al país, aprovechando la diferencia de precios-, es de tal magnitud que esta modalidad supera incluso al ensamble nacional, que tanto fogonea el relato oficial del Gobierno nacional.

En efecto: las notebooks, netbooks y tablets que ingresaron en los equipajes de los argentinos o que entraron sin ser declaradas en 2012, superaron holgadamente a todas las unidades producidas en las plantas de Tierra del Fuego, polo donde el año pasado se ensamblaron unos 740.000 equipos.

Además, llegaron casi a duplicar el número de unidades que produjeron las compañías instaladas en otras provincias -como Buenos Aires o Santa Fe-, que registraron unos 537.000 dispositivos.

Las causas que explican esta meteórica suba de la microimportación en los últimos años están vinculadas con la enorme diferencia entre los precios vigentes en suelo argentino y los que se exhiben en otros países donde hay un mejor acceso y mayor rotación de la tecnología, como Estados Unidos, con brechas que pueden llegar a ser de más del triple.

Esto se puede observar claramente al trazar una radiografía de los valores que hoy por hoy un turista puede encontrar en Best Buy -el retail más reconocido de Estados Unidos- frente a los de las clásicas cadenas de la Argentina dedicadas a la venta de artículos electrónicos.

Así las cosas, si se considera un producto de alcance masivo, como una cámara digital marca Nikon de 16 megapíxeles, se observa que en la Argentina cotiza a $2.400, lo que equivale a unos u$s450 al tipo de cambio oficial.

En tanto, ese mismo modelo en un local de Miami cotiza a unos u$s139 -impuestos incluidos-. Es decir que el mismo modelo de cámara termina resultando 3,2 veces más cara en un comercio porteño.

Incluso, si se le suma el recargo del 20 por ciento en concepto del llamado “dólar tarjeta”, la diferencia seguirá siendo considerable: 168 por ciento.

En el caso de los videojuegos, una consola como la Sony PS3, en un Best Buy de Estados Unidos se está vendiendo a u$s289 con impuestos, precio que, sumado el recargo oficial del 20 por ciento, se eleva hasta los u$s346.

Como contrapartida, esa misma consola en la Argentina se vende a un valor equivalente a los u$s700. Es decir, que el comprador que adquiera este producto en un comercio local, terminará abonando el doble que uno que optó por hacer shopping en Estados Unidos.

Para los productos de Apple la ecuación tampoco resulta ventajosa: la flamante Mini iPad, por ejemplo, en su versión de 64 GB, es posible adquirirla en un comercio de Miami por u$s684, incluyendo impuestos y “dólar tarjeta”.

Para los productos de Apple la ecuación tampoco resulta ventajosa: la flamante Mini iPad, por ejemplo, en su versión de 64 GB, es posible adquirirla en un comercio de Miami por u$s684, incluyendo impuestos y “dólar tarjeta”.

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