Gabriela Michetti pidió ayer ser sobreseída en la causa que investiga el origen del dinero robado en su casa durante la noche del 22 de noviembre de 2015.

Michetti justificó su requerimiento ante el juez federal Ariel Lijo en las declaraciones brindadas por más de 20 testigos que -sostuvo- fueron quienes aportaron el dinero robado para la organización de una cena de la Fundación SUMA, que ella preside.

Los testigos pudieron justificar sin mayores dificultades la donación de dinero por cifras de aproximadamente $ 10.000.

Todos los testigos, muchos de ellos funcionarios públicos de primera línea, aseguraron ante la Justicia que habían realizado aportes informales a la fundación por pedido de Michetti, aunque reconocieron que no habían recibido ningún comprobante por esas donaciones. La mayoría tampoco recordó la hora exacta ni el lugar donde se realizó el intercambio de dinero, confiaron fuentes judiciales.

El pedido de absolución firmado por su abogado, Ricardo Gil Lavedra, tiene un apartado más político que apunta contra el kirchnerismo: "No eran cantidades millonarias ni mucho menos, pero para tratar de equiparar las graves denuncias de corrupción del anterior gobierno diputados del Frente para la Victoria han tratado de explotar la situación haciendo aparecer lo ocurrido como un acto de corrupción de Michetti".

Mientras analiza el pedido, el juez Lijo continúa con la recolección de pruebas no sólo de la fundación SUMA, sino de otras tres fundaciones vinculadas a otros funcionarios de Pro.