El embajador de México en Argentina, Fernando Castro Trenti, visitó la Comisión de Mercosur de Diputados y reiteró la intención de ampliar el Acuerdo de Complementación Económica (ACE6) con Argentina, como explicó el presidente Enrique Peña Nieto en su reciente visita a Buenos Aires.

“Un acuerdo de Libre Comercio es viable, pero hay que ir de forma gradual”, aclaró ante una consulta de LPO. Y prefirió insistir en la ampliación del AC6, que rige el comercio entre Argentina y México reducciones arancelarias de hasta 100% en menos del 40% del universo arancelario.

“Es inminente la firma de otro acuerdo con México. Con el cambio de Gobierno es evidente que hay una apertura, no podemos hacer cosas de forma irresponsable. Pero sí rápido”, le dijo a LPO el diputado oficialista Guillermo Cornejo, presidente de la Comisión de Mercosur.

En su visita al país, Peña Nieto pidió mejorar el AC6 como primer paso para firmar el año que viene un tratado de libre comercio, requisito para ingresar a la Alianza del Pacífico, integrada por México, Chile, Perú y Colombia.

El problema para Mauricio Macri es que debería abandonar el Mercosur o lograr que el bloque también firme un TCL con los países de la costa oeste.

“Los tratados son importantes para nuestra Nación desde que nos liberamos a comienzo del siglo 19 y firmamos un tratado de paz que permitió conformarnos como país”, abrió Trenti, quien fue más puntual que los diputados, aun cuando no sea la mayor virtud en el país Azteca. “Conozco los horarios legislativos” bromeó.

Ante la Comisión, relató que “México cambió en 1986, cuando entró al GATT” (Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio) y se comprometió a consolidar sus derechos aduaneros a un máximo del 50%. Eso nos permitió una apertura global, fue justo durante la globalización financiera”.

“Debíamos modificar nuestra infraestructura para competir en los mercados. Allí apareció una inversión impresionante de ciencia y tecnología que modificó el mundo de una forma increíblemente veloz, a diferencia de la política que va más lento”, reseñó el embajador.

Recordó que antes de su apertura comercial, el 70% de los ingresos de México provenían del petróleo, que hoy representa menos del 30%. “Y somos el tercer exportador de tecnología entre los países del G20, detrás de Corea del Sur y Alemania”, se jactó el embajador.

Pero recomendó abrirse al mundo “en fue gradual, para que los productores mexicanos se adapten a la competitividad y el Congreso pueda dictar leyes que ajusten e incentiven esa competitividad internacional”.

Minimizó cualquier incidencia ideológica a la hora de definir el rumbo económico.

“La competitividad se consigue por la apertura. La región puede complementarse, queremos integrarnos en la región. Primero hay que generar el dinero, la ideología de cada Gobernador solo interfiere en como lo gastamos. Los debates políticos no deberían interferir en lo comercial e impedir que se abran los mercados”, planteó.

“Con Trump, México no tendrá problemas”

Trenti le restó importancia al impacto económico que pueda tener en su país un triunfo del republicano Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos, aun cuando sugirió construir un muro para evitar el paso de mexicanos

“El problema no es si construyen el muro, el problema es que harán con los que quedan dentro del muro”, diferenció.

Y esa decisión molestaría a las personas de muchas nacionalidades” que viven en México. “Hay una gran cantidad de mexicanos e incluso argentinos”, advirtió.

Ante una consulta de la socialista Alicia Ciciliani, el embajador enmarcó los conflictos bélicos del mundo en una nueva carrera armamentística.

“Es sabido que Israel, India, Pakistán, Corea del Norte tienen armas nucleares, debemos hacer algo. Hoy no estamos ausentes en estos temas, pero tampoco estamos cerca”, evaluó.