Mestre ratificó liderazgo en una UCR que sigue dividida

Mestre ratificó liderazgo en una UCR que sigue dividida

La victoria en Capital corroboró su condición de conductor, no por todos reconocido, de la UCR cordobesa. Font, titular del partido, quiere convocar a distanciados, como Aguad.

Además de haber obtenido la reelección en la capital provincial, el intendente Ramón Mestre se anotó el domingo 13 de este mes una victoria partidaria que tiene efectos inmediatos y futuros dentro de la Unión Cívica Radical, el espacio que lidera, no sin sobresaltos, desde 2011, cuando conquistó por primera vez la segunda ciudad más importante del país.

“Este triunfo no sólo es muy bueno porque la Capital sigue gobernada por el radicalismo, sino porque es una ratificación de una conducción clara de Ramón Mestre”, analizó Jorge Font, presidente del Comité Provincia de la UCR y muy cercano al jefe del Palacio 6 de Julio.

Para el dirigente, Mestre “está llamado a ser el ordenador del radicalismo”.

Pasado el tamiz luego de las elecciones provinciales, las Paso y las municipales, lo que queda a la luz de los resultados es que la Capital gobernada por Mestre ha sido la fortaleza del radicalismo.

Esas tres victorias aparecen hoy insoslayables y refuerzan su liderazgo dentro del centenario partido que busca desde hace años una figura que tome la posta de sus dos últimos caudillos: los exgobernadores Eduardo César Angeloz y el fallecido Ramón Bautista Mestre.

De los siete núcleos internos que conforman el universo radical, la mayoría tiene los pies colocados dentro del plato mestrista (Confluencia); Morena, liderado por Mario Negri; Fuerza Renovadora, de Miguel Nicolás; y Línea Córdoba, de Angeloz, son parte de la lista de Juntos por Córdoba que el domingo se quedó con el 32,2 por ciento de los votos capitalinos.

En cambio, Oscar Aguad, tres veces candidato a gobernador y otro de los referentes provinciales de la UCR, sigue distanciado por importantes diferencias con Mestre y se mantuvo al margen de la contienda capitalina.

Rodrigo de Loredo, también de este grupo y quien planteó una interna por la postulación a la Intendencia, es otro que no movió un dedo para la reelección mestrista, algo que con seguridad no tendrá costo cero para el actual titular del bloque de legisladores radicales en la Unicameral provincial.

Los otros dos espacios internos, Córdoba con Todos, comandado por el intendente de Río Cuarto Juan Jure; e Identidad Radical, de Carlos Becerra, mantienen una relación de idas y vueltas con la conducción.

Jure buscó antes de los comicios municipales despegarse de la facción capitalina de su núcleo que pegó el portazo y trabajó para Luis Juez. De todos modos, el riocuartense no logró contener los recelos que existen de parte del mestrismo.

Puertas abiertas

“Ramón demostró tener sangre política. Se puso la campaña al hombro, trabajó como loco y demostró todo su liderazgo político”, elogió Font en relación con el fresco resultado capitalino y reconoció, a su vez, que “parte” de la victoria se asentó en “la dispersión de la oposición”. “La clave –reforzó– estuvo en la fuerza de trabajo de Ramón”.

Respecto de la divisiones internas del radicalismo, planteó para adelante un escenario propicio para la “unidad”. Los destinatarios de este mensaje son, principalmente, Aguad y De Loredo.

“Hay que hacer los esfuerzos para convocarlos a que vuelvan al partido. La UCR debe estar unida y con representación. Estamos dispuestos a dar los debates que sean necesarios”, refirió Font.

En el aguadismo mantienen y refuerzan la idea que llevó a la actual división. “No se respetaron los acuerdos”, se repite en privado. Y se asegura, intentando tender puentes con el intendente, que “el problema no es con Mestre, sino con la conducción partidaria”.

“El radicalismo debe buscar unirse porque en cuatro años tendremos la oportunidad de conquistar la provincia”, opinó Aguad. Y aconsejó: “Si Mestre quiere ser gobernador, debe olvidarse de ese cargo. Debe ocuparse de la gestión. Para ganar la provincia, en la Capital hay que ganar con 45 puntos, porque el peronismo en el interior aún es muy poderoso”.

Por su parte, De Loredo aseguró no estar en pie de guerra con el partido”. “Ojalá que la conducción no quiera despreciar a una parte del radicalismo” afirmó.

Además, habló sobre su apartamiento de la campaña capitalina y negó haber trabajado para Juez, como se lo señalan desde el mestrismo. “Tuvimos una diferencia con Mestre que no la supimos resolver antes de las elecciones”.

Comentá la nota