La mesa servida con Uruguay

La mesa servida con Uruguay
Con su par uruguayo, acordó conformar una mesa de trabajo para abordar todos los temas de importancia entre ambos países. Con el mexicano hablaron de profundizar los lazos comerciales. Y con el venezolano trataron asuntos del Mercosur y la Unasur.
Cristina Fernández de Kirchner y José “Pepe” Mujica se reunieron alrededor de una mesa muy pequeña y acordaron crear una mesa más grande. En un salón del recinto donde se realiza la cumbre de la Celac tuvieron un encuentro bilateral en el que de alguna forma destrabaron el vínculo. Se sentaron frente a una mesita redonda con las banderitas argentinas y uruguayas, un florero, agua mineral y bombones que nadie parecía haber tocado. Y acordaron establecer una mesa de trabajo donde tratar todos los temas de importancia para ambos países: políticos, comerciales e industriales. CFK también estuvo con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y el de México, Enrique Peña Nieto.

El presidente uruguayo había manifestado públicamente que la relación con la Argentina estaba “trancada” y había solicitado encontrarse con CFK, incluso lo había pedido por los medios. El vínculo entre ambos países no pasaba por su mejor momento, sobre todo luego de que Uruguay decidiera autorizar a la pastera Botnia UPM a ampliar su producción. Ayer, pareció haberse reiniciado el diálogo. “Vamos a estar en contacto, hay muchos temas de los que tenemos que hablar”, dijo el canciller Héctor Timerman.

En la reunión con Mujica, que duró media hora, la Presidenta estuvo acompañada por Timerman; el titular de Diputados, Julián Domínguez; el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri; el secretario de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro; el secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Carlos Bianco, y el ex senador radical Leopoldo Moreau. Mujica fue con su canciller, Luis Almagro.

CFK se encontró con Mujica poco antes de hablar en el plenario de la Celac. Luego del discurso, se entrevistó con Maduro y Peña Nieto en el mismo salón de Pabexpo, donde se realiza la cumbre, especialmente destinado a los jefes de Estado que quieran mantener este tipo de reuniones. El ámbito era el mismo, pero las banderitas en la mesa iban cambiando. “Es muy positivo que en esta cumbre se realicen estas reuniones con países”, dijo Timerman en alusión a los tres encuentros de ayer más el que CFK tuvo el domingo con la brasileña Dilma Rousseff.

“Tenemos una relación histórica con México y encontramos que tanto la Presidenta como el presidente Peña Nieto tienen mucho interés en profundizarla y abordar las posibilidades comerciales y económicas”, dijo el canciller, quien recordó una frase que indica que “cuando México y Argentina se unan, toda América va a estar unida”.

En relación con la reunión con Maduro –quien estuvo acompañado por su ministro de Relaciones Exteriores, Elías Jaua, y el titular de Pdvsa y ministro de Petróleo y Energía, Rafael Ramírez–, Timerman afirmó que “hay una relación fraterna” y que se trataron temas comerciales y también asuntos vinculados con los bloques del Mercosur y la Unasur y las dificultades que enfrentan. “Son problemas de crecimiento”, aclaró luego. Uno de los asuntos que se abordó fue el de la necesidad de nombrar un nuevo secretario general de la Unasur luego de la salida de Alí Rodríguez. “Esta fue una cumbre muy importante. Hacía diez años ni siquiera había cumbres de la Unasur y en esta década hemos logrado no sólo integrar la Unasur, sino integrar a América latina con el Caribe que es un tema de suma importancia estratégica”, señaló el canciller, quien hoy participará del cierre de la cumbre. La Presidenta dejó La Habana ayer a la noche.

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