La mesa chica de Cambiemos ya tiene las posibles fórmulas presidenciales

La mesa chica de Cambiemos ya tiene las posibles fórmulas presidenciales

En el gobierno nacional están muy preocupados por los números que muestran las encuestas. A los ojos de las principales consultoras de mayor credibilidad para las primeras líneas del Pro, el presidente Mauricio Macri va descendiendo a un tercer lugar en las presidenciales.

Macri desciende a un tercer lugar en las presidenciales detrás de Cristina y Roberto Lavagna, y aún no queda claro si los gobernadores radicales continuarán o no en la alianza. El resto del radicalismo, el “neo-alfonsinismo”, ya está prácticamente descartado y no están dadas las condiciones para la reunión de una convención nacional capaz de disciplinar a los rebeldes.

Es por eso que, muy a desgano, la mesa chica del gobierno ha comenzado a explorar varias opciones. Por un lado, solicitó asesoramiento a la Procuraduría sobre los requisitos y plazos para un adelanto de las elecciones nacionales, en la certeza de que cada día que pasa se produce un drenaje mayor de eventuales votantes.

Hay que cauterizar la herida, ganando tiempo o evitando que aumente la hemorragia. Por esta razón, se consideran otras opciones que, hasta ayer, eran descartadas taxativamente.

La primera consiste en anticipar los comicios y presentar la mejor fórmula disponible, de composición Pro pura. Encuestas en mano, la preferida sería Macri - Patricia Bullrich, para tratar de fortalecer la polarización con Cristina Fernández de Kirchner. Así se buscaría esquivar el debate sobre la economía, para centrarlo en temas tales como seguridad o corrupción. Pero la formula Macri - Bullrich no daría respuestas a las exigencias de los gobernadores radicales de realización de PASO para todos los cargos y podría generar el efecto inverso de acelerar la ruptura de Cambiemos. Por esta razón, el presidente Macri convocó a los gobernadores de la UCR para dialogar sobre la estrategia electoral y las condiciones requeridas para mantener en vigencia la alianza Cambiemos.

Si bien en el gobierno no se plantea hacer un ofrecimiento inmediato, la mayoría coincide en que el desenlace natural de este diálogo sería la confección de una fórmula mixta con Macri como candidato a presidente y un radical como vice. El problema, en este caso, sería encontrar una mujer representativa del radicalismo, ya que el Pro (Duran Barba) siempre ha sostenido la mayor potencia de la combinación hombre - mujer o viceversa, y mal no le ha ido precisamente. El problema es que el radicalismo ha mantenido muy relegadas a las mujeres de los cargos directivos, a punto tal que, las que sobresalen, como “Lilita” Carrió o Margarita Stolbizer, terminaron rompiendo con la estructura partidaria.

Para salvar este inconveniente, se evalúan dos alternativas. Una sería romper con ese reparto, incorporando como vice a Martín Lousteau o a Alfredo Cornejo. Cornejo brindaría mayor textura institucional, en su calidad de presidente del comité nacional de la UCR. Con Lousteau, en cambio, se eliminaría de la elección de jefe de Gobierno porteño al principal competidor de Horacio Rodriguez Larreta.

La otra alternativa en consideración es la que menos seduce a Macri, Duran Barba y Marcos Peña Braun, ya que consistiría en rendirse ante la evidencia y retirar a Macri de la contienda, para reemplazarlo por María Eugenia Vidal, en compañía de uno de los referentes radicales mencionados. Aquí no habría que mutar la alquimia mujer - hombre, pero el gobierno ve en ella el reconocimiento de su propio fracaso político. Para la mesa chica, equivaldría a rendirse sin luchar. Por lo que solo se tomaría esa decisión a último momento, para preservar la figura de Mauricio Macri y responsabilizar de una eventual derrota a la gobernadora.

Comentá la nota