MERCEDES: “Hay daño ambiental” dice la Secretaría de Ambiente

MERCEDES: “Hay daño ambiental” dice la Secretaría de Ambiente

La Secretaría de Control y Monitoreo Ambiental de la Secretaría de Gobierno de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación (SGADYS) realizó un estudio sobre la empresa SIGMA en Mercedes para determinar el impacto del incendio sucedido en la planta el 27 de septiembre pasado. 

A partir de un requerimiento de la Unidad Fiscal de Investigación en Materia Ambiental el 9 de octubre de 2019 la SGADYS se presentó en la zona del desastre para realizar un relevamiento. Además de una inspección ocular hubo un relevamiento testimonial con representantes de la empresa. Cabe aclarar que hasta el día de hoy SIGMA no pudo determinar cuál fue la causa del incendio y tampoco determinó un plan de mitigación del impacto ambiental. Asimismo, aún quedan dudas respecto de si contaban con la habilitación necesaria para desarrollar su actividad.

El estudio realizado por la SGADYS no es vinculante ya que corresponde a la OPDS y al organismo ambiental local realizar dichas tareas. En el informe se puede observar la versión de la empresa que esgrime no saber como inició el incendio y que dicha investigación se encuentra actualmente bajo la órbita del departamento de bomberos y la compañía de seguro. Sin embargo, dentro de las conclusiones del informe la SGADYS remarca que la empresa no contaba con un seguro ambiental, por lo que no existiría una garantía financiera con capacidad de financiar acciones de recomposición que no pudieran ser solventadas por los propios recursos de la empresa. Asmismo, SIGMA declaró no contar con un Plan de Contingencias ni con un área de Seguridad e Higiene en el momento del incendió. Eduardo De la Plaza, quién se presenta como responsable de Seguridad e Higiene de SIGMA dice haber asumido un mes antes del relevamiento.

Uno de los componentes más peligrosos en el siniestro era el biodiesel, que es utilizado en la elaboración de Paraquat y agrotóxicos. El incendio en SIGMA tomó uno de los tanques de 35 mil litros de dicho combustible. Los bomberos que acudieron al incendio no contaban con la espuma necesaria para poder apagar el fuego, por lo que utilizaron agua para extinguirlo, lo que provocó una dispersión de biodisel y del resto de los productos contaminantes por fuera de la red de contención de derrames. Asimismo, la muerte de Rubén Ponce se produjo por la caída de este dentro de una zanja pluvial a la que se había derramado biodiesiel caliente mientras caminaba a oscuras por las inmediaciones de la planta para intentar rescatar unas maquinarias de su propiedad que SIGMA le alquilaba.

Un punto muy criticado por los vecinos de Mercedes y por las organizaciones ambientalistas es la habilitación de la empresa. Nunca quedó claro si contaban con la habilitación correspondiente de la OPDS y del órgano local del área. El informe de la Secretaría de ambiente manifiesta que SIGMA no exhibió un Certificado de Aptitud Ambiental y que si bien presentó una constancia municipal que daría cuenta del trámite en curso para el cambio de titularidad ante el OPDS, requisito necesario para la actualización de la Habilitación Municipal correspondiente, las autoridades municipales manifestaron que dicha constancia no posee validez legal, ya que al no contar con Certificado de Aptitud Ambiental, la municipalidad no tendría competencia para la habilitación. Además, la empresa no tiene plan de Contingencia, sí presentó un “Manual de Emergencias” que no contaba con la aprobación de la autoridad competente.

El impacto ambiental que dejó el siniestro es el peligro que genera tanto miedo. De hecho no hay conclusiones definitivas sobre la huella que dejará el incendio. Sin embargo, el estudio de la SGADYS dio algunas determinaciones al respecto. La empresa aceptó que se generaron 588.000 lts de líquidos contaminados y 250.000 kg de tierras contaminadas. Asimismo, se encontró la presencia de ocho fitosanitarios (agrotóxico) y un metabolito en las ocho viviendas y la escuela ubicada en los alrededores de la planta. Además se encontró residuos de agrotóxicos en la muestra de agua subterránea que alcanzó el acuífero freático, es decir a las napas subterráneas superiores. Esto es caracterizado como un daño ambiental por parte del estudio realizado por la secretaría, por lo que exige una remediación al respecto. También el estudio arrojó que “Respecto del riesgo de exposición por parte de los distintos receptores ambientales, se identificaron receptores residenciales situados a 500 m de distancia al NNO del área afectada. De acuerdo a información testimonial obtenida, los pozos de abastecimiento utilizados por dichos receptores se encontrarían a una profundidad de entre 20 y 60 metros, en suelos de permeabilidad media a baja. Por su parte, los fitosanitarios presentes poseen en general una vida media reducida, lo que implica que en el transporte subterráneo de los mismos es previsible observar un proceso de atenuación natural. Si bien no se cuenta con elementos de análisis suficientes como para afirmar si en algún momento podría o no observarse presencia de fitosanitarios en el agua de pozos de abastecimiento, existen indicios que justifican la adopción de medidas de mitigación inmediatas”.

El mismo informe manifiesta que no se cuenta con elementos que permitan elaborar una hipótesis verosímil sobre las causas del incendio. Tampoco hay un Plan preliminar de Remediación por parte de SIGMA Agro presentado. Sólo existe un documento que contiene lineamientos que tendrá en cuenta la empresa para el desarrollo del estudio de caracterización de sitios contaminados. En este sentido sigue existiendo una falta de intervención alarmante de los organismos del estado provincial y municipal para dar respuesta a los vecinos de Mercedes que se encuentran bajo el riesgo de contaminación de SIGMA.

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