Los mercados europeos en baja, preocupados por la suerte italiana

El sueño de la tecnocracia produce monstruos. Europa colocó a Mario Monti al frente del gobierno italiano y a la primera oportunidad que tuvieron, los italianos apenas le dieron el 10% de los votos.

Mientras en Bruselas se negaba la realidad –el presidente de la Comisión Europea, Durao Barroso, llegó a decir ayer que los italianos no votaron contra los ajustes– los mercados castigaron a Italia y con ella a toda la periferia europea.

La Bolsa de Milán cayó un 4,89%; Madrid, un 3,20%; París, un 2,67%; Frankfurt, un 2,27%; y Londres, un 1,34%. El riesgo país italiano subió 51 puntos y sus bonos a 10 años se llegaron a cotizar ayer a 4,9%. Los españoles, a 5,37% tras un alza de 31 puntos.

Los italianos tumbaron las esperanzas de la Comisión Europa con Monti e incluso de una coalición Bersani-Monti. Así que el Ejecutivo comunitario ya apuesta a que Bersani acepte pactar con Berlusconi, el que hace poco más de un año tuvo que dejar el puesto forzado por la presión de Bruselas, Berlín y el Banco Central Europeo.

Ayer se impuso el discurso duro de José Manuel Durao Barroso, presidente de la Comisión Europea. Aunque el resultado electoral deslegitima, al menos en Italia, la política económica europea, Durao Barroso dijo que los italianos, al tumbar a Monti, no habían votado contra los ajustes. Según su interpretación, Italia no tiene otro camino que seguir la vía del recorte. Su portavoz, Olivier Bailly, había dicho que, a pesar de que entiende “el mensaje de inquietud de los ciudadanos”, gobierne quien gobierne, Italia debe cumplir sus compromisos: seguir ajustando.

Barroso, además, pidió a los dirigentes europeos que “no cedan al populismo”. Para el presidente del Ejecutivo comunitario, populista es Beppe Grillo, pero cada vez más se empieza a señalar así a cualquiera –incluidos prestigiosos economistas– que ponga en duda la política europea de austeridad que ha vuelto a meter en recesión a un bloque que ya suma 26 millones de desocupados. En Bruselas sólo se oyó un discurso diferente, el del presidente de la Eurocámara, el socialista alemán Martin Schulz, quien dijo que el resultado electoral italiano es un “rechazo a los recortes unilaterales”.

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