El mercado se sostiene en máximos y se divorcia de la economía real

El mercado se sostiene en máximos y se divorcia de la economía real

La perspectiva de un cambio generó un bull-market. Pero las expectativas priceadas desde 2012 todavía tienen que verse reflejadas en la economía real

 

Día a día el mercado accionario local convalida un desarbitraje evidente entre la realidad bursátil y la realidad económica argentina. Desde 2012 a la fecha, el Merval se ha septuplicado en pesos y se ha triplicado en término de dólares, lo que representa subas históricas para la mayoría de las acciones argentinas. Salvo casos puntuales como YPF, la mayoría de las acciones han sabido colocarse en máximos históricos en todo este periodo en términos de dólares y han logrado ocupar el podio de las acciones que más han subido en el planeta en los últimos tres años.

El mercado local es adicto a malas noticias y está repleto de inconsistencias e irracionalidades. Respecto de la primera afirmación se da ya que desde 2012 nos hemos enfrentado los argentinos a noticias económicas negativas permanentemente y hemos visto como los desequilibrios de la economía argentina se han exacerbado en todo el período.

Al mismo tiempo hemos tenido que enfrentar problemas en los tribunales de Wall Street y hemos entrado en default técnico. En la misma línea, el Merval y las acciones argentinas han sido adictas a malas noticias ya que pese a todo este escenario de debilidad económica, negativismo y de desequilibrios económicos que han golpeado la estabilidad financiera de nuestro país, los precios de las acciones no han hecho más que subir, colocándose en muchos casos en máximos históricos.

Naturalmente un inversor debería esperar que el mercado sea un reflejo de lo que está ocurriendo en la economía sumado a una cuota de expectativa futura de hacia dónde pueden ir las cosas. El caso argentino ha sido un caso excepcional ya que aparentemente, lo único que ha importado han sido las expectativas futuras dado que el mercado no ha reflejado nunca la actualidad económica de nuestro país. Estas expectativas comenzaron luego de la derrota del FPV en las elecciones legislativas de 2012 y que luego se ampliaron con la derrota en las elecciones presidenciales de 2015.

Así aparece este desarbitraje en el cual vemos un mercado accionario que se sostiene en máximos históricos, mientras que la economía argentina aún no repunta y que los desequilibrios económicos no parecen terminar de solucionarse. A partir de esto cabe la pena preguntarse: ¿vale Argentina 15.000 puntos de Merval?¿ Están las acciones argentinas en Buenos Aires y en Wall Street reflejando la actualidad económica? ¿Qué expectativas está priceando el mercado de cara hacia adelante? ¿Cuánto está incluido en los precios?

La economía argentina no parece valer 15.000 puntos de Merval ni los bonos soberanos en dólares de la parte larga de la curva deberían estar rindiendo menos de 6% en promedio. Este desarbitraje se soluciona de dos maneras auto-excluyentes. La primera alternativa es que las acciones argentinas vuelvan a valores en los cuales coincida con la actualidad economía argentina, regresando probablemente a niveles de 10.000-9.000 puntos de Merval, al menos a la vez que los bonos vuelvan a rendir niveles superiores a 8% de yield.

La otra alternativa y que es la que más probabilidades de ocurrencia presenta, es que la economía argentina comience a repuntar y que las expectativas que han sido priceadas en el mercado accionario en todo este período desde 2012 comiencen a ser reflejadas en la economía real. Para ello hace falta que los desequilibrios económicos que tanto nos perjudican día a día sean realmente solucionados y/o que de a poco comiencen a dar signos de que se está por el camino correcto siendo el primer punto a atacar la inflación.

El hecho de que el Merval y los bonos argentinos hayan generado el bull-market es un dato positivo para especular con un cambio positivo en la económica de cara al mediano y largo plazo ya que justamente es el mercado financiero el que anticipa lo que puede llegar a ocurrir desde el punto de vista económico en el futuro.

El mercado opera con un adelanto de entre 6 a 18 meses y dado que el Merval ha mostrado subas importantes, es ahora el momento en que la económica deberá hacer lo suyo y de forma inmediata. De no hacer tal "catch-up" los más perjudicados serán entonces las acciones.

Existen argumentos para ser optimistas para los próximos meses y años pero en esta instancia, el desarbitraje entre la economía y el mercado financiero es importante.

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