Si algo sabe el meonismo, después de 12 años en el poder, es definir la agenda: es capaz de imponer los temas de los que los demás vamos a hablar. En contrapartida, si algo no saben o no hacen sus opositores es definir la agenda: no son capaces de imponer los temas de los que los demás vamos a hablar. ¿Parece una obviedad? Es una obviedad. Conclusión: quien define la agenda tiene una ventaja decisiva en la pelea política. Y Mario Meoni, en este punto, es experto.

Ya metido de lleno en la campaña política que culminará el 25 de octubre con las elecciones que definirán su futuro –previo sondeo del electorado en las PASO del 9 de agosto- Mario Meoni dejó atrás un semestre movido. Viajes, reuniones, armado y candidaturas colmaron su agenda, y hasta el último segundo antes del cierre de listas, sintió a flor de piel la presión para acompañar a Felipe Solá en Provincia. Pero la decisión ya estaba tomada. En sus palabras, por “temor a que el municipio quede en manos de gente que no tiene la experiencia suficiente para poder gobernar una ciudad con la complejidad que hoy tiene”.

En una extensa entrevista con LA VERDAD, el jefe comunal analiza la estructura “seguridad” en la ciudad, hace un llamado a las demás fuerzas políticas para aunar esfuerzos en pensar políticas a largo alcance sobre el tránsito, reconoce fallas en el tratamiento de los residuos y el consiguiente problema ambiental, dice que “sería fantástico” que se radique una automotriz en Junín (“tan importante como la autovía 7”), y auspicia una campaña electoral “por la positiva”.

-Con la puesta en funciones de la Policía Local, Junín tiene un abanico muy amplio de fuerzas policiales en su territorio. De ser reelecto, ¿cuál será la estrategia en seguridad?

-La Policía Local tiene un rol diferente a la bonaerense. Nosotros queremos una policía que sea una mezcla de guardia urbana, con prevención y actitud disuasoria frente al delito en los barrios, pero también muy comprometida con todos los detalles de la ciudad y sus vecinos. ¿El vigilante de la esquina? Exactamente, esa es la idea. Por eso pensamos que cada policía tiene que trabajar siempre en la misma zona, para que tenga una identificación clara. Que cada vecino sepa el nombre del policía de su zona. Van a trabajar, en dos turnos, de 7 a 23, que es el lapso de tiempo que la gente utiliza para moverse. El resto del día será labor del CPC. Hay ahora cuarenta efectivos más en formación y en pocas semanas entrarán 60 más. Vamos a llegar a 240 policías locales permanente trabajando en las calles. Queremos que sea la policía de la familia.

-¿Cómo se organizará el trabajo con el resto de las fuerzas?

-Ya estamos trabajando amalgamadamente con la policía departamental, que nos permite coordinar con todas las fuerzas policiales. Hay una respuesta bastante rápida frente al delito; por supuesto que no lo vamos a terminar de erradicar nunca pero queremos acotarlo al máximo. Trabajamos bien con el ministerio de Seguridad, pudimos avanzar con la creación del cuerpo de narcotráfico de Junín. Lo mismo con la DDI Junín. Eso significa que vamos a tener más agentes dedicados exclusivamente a la ciudad. Entonces, las comisarías ya tienen su presencia, sumado al CPC, gendarmería, Policía Federal, ahora Policía Local. Junín tiene todas las fuerzas de seguridad necesarias como para brindar un mejor estándar de seguridad y queremos avanzar.

-¿Y la justicia?

-Para que la policía funcione bien es indispensable que también funcione la justicia. Los fiscales deben actuar en consonancia defendiendo los intereses de las víctimas rápidamente y los jueces deben ser permeables. Por tal motivo compramos un hardware que permite vincular a las personas involucradas en un delito rápidamente. Esta semana entregaremos un sistema que permite hacer chequeos de teléfonos; cosas que benefician a todo el Departamento Judicial Junín. Queremos que todos los actores tengan los elementos necesarios para poder actuar con rapidez.

-El combate a la inseguridad también se da en los barrios, con trabajo social que permita prevenir futuros focos delincuenciales. 

-Venimos trabajando desde hace dos años con los NiNi (jóvenes que no estudian ni trabajan) con el programa Oportunidades. Ya hemos entregado más de un millón 300 mil pesos a cerca de 500 beneficiarios. Un programa que nace de las propuestas de los jóvenes o entidades de cada barrio, emprendimientos productivos. Queremos profundizar la cultura del trabajo. Junto a eso, políticas de educación y el apoyo permanente para que los chicos estudien. Con todas estas acciones creemos que podemos avanzar mucho. Junto a eso, acciones indirectas pero que ayudan mucho, como por ejemplo, acompañar a todos los clubes de barrio para que tengan a los chicos en condiciones óptimas, que estén satisfechos, que tengan sus zapatillas, sus equipos. Creo que el deporte es una herramienta extraordinaria para contener y formar a los chicos, valores y normas. Eso es fundamental.

- Si una mira las cifras de accidentados y víctimas fatales, superan ampliamente a la inseguridad. Cómo se soluciona.

-La movilidad es un problema complejo. La semana pasada recibimos en Junín al CIPPEC y a varios intendentes para abordar el tema tránsito, hoy el principal problema de Junín. Los niveles educativos de quienes cometen infracciones traspasan a todos los estratos sociales. Desde quien maneja un vehículo último modelo a quien maneja una motito sin guardabarro. Entonces, es bastante más difícil resolver el problema. Desde hace dos años venimos realizando charlas semanales en las escuelas sobre educación vial, campañas de prevención, la AMSV en la calles haciendo prevención. Pero la realidad es que cuando más prevención hicimos es cuando más accidentes hemos tenido. Es un tema sobre el cual hay que ponerse de acuerdo entre todas las fuerzas políticas. Porque si vamos con mayor firmeza a hacer cumplir las normas, enseguida dicen que lo hacemos por meros fines recaudatorios. El problema de la movilidad y el tránsito es un problema del mundo. Es la competencia en espacios cada vez más reducidos. Las calles de Junín son las mismas que hace 100 años en tamaño y hoy tenemos 100 veces más de vehículos. En los últimos diez años se patentaron 41 mil vehículos. Aquel candidato que diga que si llega a intendente cambia esta realidad de un momento a otro estaría mintiendo.

-¿Y el transporte público?

-No creo que vaya a solucionar el tema. De hecho el intendente de Rafaela (Santa Fe) lo dijo. Ellos desde el municipio sostienen el servicio. Yo creo que tiene que haber transporte público, no para resolver el tema tránsito, sino para brindar un servicio, válido para atender una cuestión social, básicamente sectores de la tercera edad e infancia que se mueven hacia las escuelas. Y otro punto fundamental es la costumbre de, para hacer cuatro cuadras, subirse al auto. Tenemos que hacer más amigable la ciudad con el caminar, ese fue un tema que no hemos tenido en cuenta. La bicicleta también tiene que ser un cambio cultural a largo plazo. Muchas veces nos plantean el tema de las bicisendas pero para ello tiene que haber primero bicicletas. Y si agregamos bicisendas y no reemplazamos, sumamos un problema. En Capital Federa sucedió eso. Aumentó la accidentología de una manera fenomenal. No podemos pensar en un plan para reorganizar el tránsito menor a los diez años. Si buscamos cambios inmediatos, fracasamos. Las muertes de tránsito no generan tanto ruido, como pasa con la inseguridad, porque los responsables somos nosotros.

-En la mesa de diálogo surgió el tema del relleno sanitario en particular, y del medio ambiente en general. En este aspecto, ¿fracasaron como gestión?

-No sé si la palabra es fracaso, pero claramente no encontramos una solución plena al problema sino que hemos ido superando problemas. Cuando nosotros asumimos no había relleno sanitario. Y funcionó en un período muy corto cuando fue contratada la empresa Ashira que hizo el relleno sanitario. Pero con la crisis del 2000, la gestión anterior lo levantó y se transformó en un basural a cielo abierto. Nosotros avanzamos en algunas medidas, como la colocación de la membrana; mejoramos el tratamiento de los residuos; intentamos el reciclado, y ese fue el fracaso mayor. Por pensar que la economía no iba a tener grandes movimientos, fijamos un contrato con una reducción anual. Y eso hizo inviable mantener el servicio. Y terminó fracasando.

-¿Y ahora?

-Tenemos que ir a un relleno sanitario a pleno, con una fuerte inversión. La membrana cuesta un dólar el metro cuadrado. Y hacer una cava requiere no menos de 100 mil dólares. Estamos escuchando ofertas de tres o cuatro empresas que hacen tratamiento de residuos. Es un tema donde no fracasamos pero no lo resolvimos a pleno. La idea es que en distintos puntos de la ciudad haya recolección diferenciada. Cuando empezamos con los “Lunes Verdes” no creímos que iba a tener tanto éxito, y hoy la gente se acostumbró. Hemos avanzado en tal sentido. Uno a veces escucha muchas cosas sobre los residuos, se habla con mucha liviandad. San Nicolás hizo un trabajo impecable en ese sentido. Pero el costo de tratamiento de una tonelada es de 90 dólares. Y cuando se hacen cuentas de cuánto se junta en Junín, estamos hablando de 80 toneladas por día... Y si a eso le sumamos lo que cuesta la recolección… Y también está el tema de los residuos industriales; las empresas no tienen la conducta de pagar por eso que tiran. En los próximos cuatro años, si nos toca la fortuna de que los vecinos de Junín nos elijan de nuevo, vamos a trabajar sobre estos parámetros: relleno sanitario, reciclado y cobro a las industrias por desechos.

-Comparada con otras campañas electorales, cómo se vive la actual. Todavía no hay grandes polémicas, aún no se calentó, ni siquiera en la interna kirchnerista, la única que promete acción hasta el 9 de agosto a la medianoche.

-Bien. Para mí no son tranquilas hasta que no terminan las elecciones. En el Frente para la Victoria están disputando ver quién se queda con los votos que heredan de arriba, esa es la expectativa mayor que tienen. Entonces, en vez de plantear temas entre ellos, están esperando a ver quién tiene la fortuna de tener más arrastre de arriba. De todas maneras, las campañas siempre terminan calentándose. Igual espero que sea una campaña por la positiva, por cómo resolvemos los problemas. Hubo muchos espacios políticos que se acercaron a la mesa de diálogo y propusieron. Ojalá la campaña siga en esa senda.

-¿Qué propuestas de la oposición sorprenden?

-(Piensa) Algunas las veo con mayor sustento, otras son un “copio y pego” de otras realidades.

-¿A qué te referís específicamente?

-No, no quiero hacer nombres porque voy a entrar en una polémica que llamo a no generar. Nunca personalicé las campañas, siempre hablo de lo que yo propongo y quiero para Junín. Conjugar mi idea de ciudad con la de los vecinos. Nosotros somos hijos de nuestro propio esfuerzo. Los juninenses hemos hecho, en los últimos 10 años, una ciudad con dinamismo y actividad constante, aún en el conflicto con el campo cuando parecía que caía la Argentina. Voy a concentrarme en las propuestas para la ciudad basadas en el esfuerzo de todas las familias.

-¿Por qué volvés a postularte?

-En primer lugar, porque tengo temor de que el municipio quede en manos de gente que no tiene la experiencia suficiente para poder gobernar una ciudad con la complejidad que hoy tiene. Hay gente a la que solo le interesa el municipio en términos de colgarse un cartelito de intendente pero sin pensar en la ciudad. En nuestro espacio político podría haber otros candidatos pero por eso de la personalización tan fuerte que hay en política cuesta que se instale. En definitiva, sigo teniendo las mismas ganas que hace 4 años, 8 años y 12 años atrás. La pasión de seguir haciendo cosas por Junín.

-¿Por ejemplo?

- Imagino cosas todo el tiempo. Por ejemplo, pavimentar todos los ejes de Junín, de punta a punta. De Circunvalación a ruta 7 y 188; sigo imaginando un Parque Borchex con una costanera; sigo imaginando el PNLG con un desarrollo en todo el camino costero, una especie de Nordelta. La laguna da para mucho. Todo eso lo quiero hacer y necesito tiempo. Son sueños que quiero realizar. Además, obviamente, seguir contribuyendo para la seguridad de todos. En 2003 nadie hablaba de seguridad y nosotros nos hicimos cargo. No existían en la provincia, excepto Ezeiza, municipios que se hicieran cargo de la seguridad de sus ciudadanos.

-Bueno, una de las críticas viscerales a la gestión apunta a lo contrario. Que nunca el intendente estuvo al frente de las políticas de seguridad.

-La verdad, eso es sanata. No saben qué decir. Porque si no ponerse al frente significa crear el centro de monitoreo, comprar patrulleros, actuar… me reúno todos los días con los jefes policiales, trabajo con el fiscal general, insistimos con Gendarmería y hoy está acá… Creo que hay una lógica distinta respecto a la oposición. La de ellos, es la política de los flashes: me saco la foto y eso significa estar al frente de los problemas; o porque piensan que ir a un supermercado y sacarse una foto con el changuito es estar con la gente. Yo hago las compras y no me saco fotos; voy a los barrios y no me saco fotos; llevo a los chicos al cole y no me saco fotos. Muchos de ellos no conocen ni las calles de Junín, pero dicen que trabajan en los barrios. Yo no hago show con la política de seguridad.

-En la presentación de la Policía Local no se quisieron perder la foto. Algunos hasta se te colgaron, literalmente.

-En el Frente para la Victoria están con el modelo Scioli. Hacen algo y sacan fotos, grandes espectáculos. Yo trabajo todos los días por la seguridad, en serio. No haciendo shows. Mantenemos todos los meses cientos de acciones en materia de seguridad. Hacer de la seguridad una batalla política es jugar con la gente y yo no juego con la gente.

-¿Te imaginás una automotriz china en Junín?

-Ojalá, sería fantástico. De hecho le estamos acercando a Oscar Romero todos los elementos que tienen que ver con el estudio de lo que es Junín. Hemos puesto a disposición en el Parque Industrial todos los terrenos que sean necesarios. Todo lo que venga a Junín, bienvenido. Ojalá no sea una nueva frustración para los vecinos. En todas las campañas escucho cosas diferentes. No quiero fábricas chinas produciendo poco para los argentinos y no generando nada. Yo me sumo a todo lo que sea progreso para la ciudad. Y si la industria china es una realidad, voy a estar muy contento. No hay espacio para la mezquindad cuando se trata de generar empleo, pero tampoco a la hora de pensar en una ciudad más segura o cuando hay que pensar en mejorar la calidad de vida de los juninenses.

-¿Cómo está la relación municipio/sociedades de fomento?

-Hay muchas sociedades de fomento que trabajan con mucha vocación de servicio, y muchas otras que trabajan en beneficio de sus propios dirigentes. Nosotros trabajamos en forma independiente y sin que pese la fuerza de dichas instituciones. Si tuviera que pensar que necesito de la sociedad de fomento para saber qué falencias tiene tal o cual barrio, sería un mal intendente. Yo sé dónde falta asfalto, cloacas o agua corriente. Sino prima quien tiene más capacidad de presión. La sociedad de fomento que tiene un presidente que grita más, tiene primero el servicio que el otro. Y quizá éste, más prudente y serio, tiene más necesidades. Esa lógica no va con un buen intendente. No me manejo bajo esos conceptos. Yo agradezco mucho el trabajo social que hacen, pero no hago distinción entre tal o cual presidente.

-¿Qué opinás del resto de los precandidatos?

-Yo respeto a todos, sin exclusión. Todos tienen su grado de representatividad; desde el momento que un grupo político arma una lista y se presenta a elecciones hay que respetarlo. Respeto a Pablo Petrecca, a quien conozco más por su actividad como pastor evangelista y en estos dos años como concejal; respeto a Gustavo Traverso, porque más allá de lo que digan, ha sido el rival que más me costó vencer; lo respeto muchísimo a Santiago Aguiar y a su grupo, ha colaborado con nuestra gestión; también respeto a Aldo García López (UCR), quien ya estuvo en la función pública con Abel Miguel.

-Sobre tu acercamiento con Traverso hay varias lecturas. La más fuerte es que en caso de perder la interna condicionaría a su electorado para apoyar tu candidatura.

-No tengo acercamiento con Gustavo Traverso. El dejó de criticarme tanto, esa es la verdad. Solo eso. Si yo fuera a internas y las perdiera, sinceramente más de 500 o 1000 personas de mi lugar no podría direccionar ni por casualidad. A la hora de votar, la gente defiende sus intereses por encima de cualquier cosa. Si hay votantes de Aguiar o de Traverso que perdieran las PASO, y me piensan votar a mí, creo que tendría que ver con otras cosas. O por antipatías con Petrecca, por ejemplo.

-¿Cómo lo ves a Sergio Massa?

-Tengo un análisis distinto a la mayoría. Hay una terrible campaña de negación de la existencia de Sergio y hay un intento de polarización entre Scioli y Macri, que excluye a Massa de la discusión electoral. Y cuando Sergio llegue al porcentaje de votos esperado (por encima del 20%), será una sorpresa para mucha gente y va a estar mucho más cerca de Macri de lo que muchos piensan. Esa expectativa, superior a lo que creen va a tener realmente, lo hará crecer mucho en octubre.

-¿Qué tiene el intendente de Salta que no tenga Meoni?

-(Risas) Que él es salteño y yo bonaerense. Es un buen dirigente, un buen proyecto; obvio que aún debe gestionar Salta, y nosotros tenemos 12 años sobre las espaldas.

-¿Te hubiese gustado ser vice de Massa?

-Me hubiese gustado acompañar a Sergio pero la verdad que ya tenía decidido ser candidato a intendente. Sí, admito, hubo mucha presión para que fuera candidato a gobernador o vice bonaerense, de hecho hasta el último día. Pero la decisión ya estaba tomada.

-¿Cuáles serían las tres obras principales que le exigirías al próximo gobernador?

-En primer lugar, que ponga en condiciones el hospital Abraham Piñeyro. Es un profundo dolor ver como está, por más que se enoje el director. No es una crítica a Carlos Garbe, pero si no hay inversión será difícil tener un hospital como se merece Junín y la región. En segundo lugar, obras de infraestructura en lo que tiene que ver con la trama de rutas provinciales, y el aeródromo; y en tercer lugar, el paso bajo nivel de calle Rivadavia. Se licitó, se adjudicó y nunca se concretó.

-¿Y a nivel nacional?

-Autovía de Ruta 7, imprescindible. Lo vemos todos los días. Primero por razones de seguridad vial y segundo por el desarrollo económico. Sería tan importante como la automotriz china. Además, desde el gobierno nacional tiene que haber federalismo fiscal que nos permita recibir mayores recursos. Hoy se manejan arbitrariamente.

-¿Qué vas a hacer el 10 de diciembre?

-Voy a seguir siendo intendente, sin dudas.

Vida de campaña

“Es agotador. Me levanto a las 6 de la mañana todos los días. Desayuno, levanto a mis hijos. Ahora tengo una perra de 30 días, con lo cual tengo trabajo extra. Llevo a los chicos a la escuela, vengo para la municipalidad y me quedo hasta las 16, más o menos. Voy un rato a casa, y tipo 17 me subo al auto y salgo a recorrer los barrios. Sin acompañantes ni cámaras de foto. Para poder decirles a mis funcionarios las cosas que hacen y las que no. Después me voy al local partidario. Y todas las noches tengo cenas con alguna familia o dirigentes. Excepto los fines de semana. Mi mujer me conoció militando en política y transité todo con ella. Siempre estuve haciendo campañas, para mí o para otros. Así que mi familia lo tiene súper asumido. A mis dos hijos, por suerte les encanta la política. Este año también le dediqué mucho tiempo al armado del Frente Renovador. Y viajé mucho. Por suerte tengo una familia que me comprende y me acompaña mucho, y que contiene muchísimo. Sino sería muy difícil”.